¡ Hay que acostumbrarse!

Aquí estamos un día más, hace una mañana fresca, y cuando digo fresca quiero decir, ¡¡ayss que se nota ya el fresquibiris alemán!! Aunque bueno esto a mi tampoco me pilla de nuevas, que ya cargo a mis espaldas los recuerdos del otoño e invierno del año pasado, que fueron de los más duros en bastantes años que recordaban los autóctonos.

Tener ese recuerdo, esa idea mínima de cómo va a ser el frío ayuda bastante a la hora de mentalizarme, sí, ayudar ayuda, pero no veais como jode el frío que hace en esta casa ya y todavía no estamos en octubre. Y eso que de momento no puedo quejarme porque aún no caen chuzos de punta...en breve empezarán a caer día sí y día también, pero de momento los pies siguen secos en sus zapatos.

Son muchas las cosas a las que uno se tiene que acostumbrar al llegar a un país nuevo. Al principio supone un gran esfuerzo, es difícil y para algunas personas duro, dependiendo de donde provenga, y del  carácter de la persona en sí.

Ahora mismo me viene a la cabeza el recuerdo de una chica de Caranias que conocí el año pasado en Frankfurt, y que contaba que el haber vuelto en diciembre se puso malísima, porque pasó de tener 20º de temperatura en Canarias a las -15º que teníamos nosotros en ese momento en Frankfurt. Su cuerpo no aguantó bien el constraste tan fuerte y se puso enferma.

Una de las cosas más duras me resultó al principio fue el tener que acostumbrarme a un clima tan distinto. Sí de donde yo vengo también llueve, los días son grises y hace fresquete en invierno. Pero el hecho de saber por experiencia que aquí a las 16:30 estará todo oscuro me cuesta, se me hace duro y el año pasado me resultó muy deprimente.

La verdad es que se pierden las ganas de hacer cosas, de salir de casa. Sólo apetece manta, sofá y peli. parece que entramos en un estado de letargo. Toda esta sensación dura hasta que llega la primavera y con ella parece que todo vuelve a la vida, se ven las primeras flores, los pájaros cantan, no hace tanto frío y las calles vuelven a ver tomadas por  la gente.

¡Aquí estamos y hay que acostumbrarse!

Gente cerduna

Supongo que todos alguna vez nos hemos topado con este tipo de personas: Las personas cerdunas. Yo las clasificaría en dos clases: Los cerdunos de segunda clase y los de primera. Esta clasificación depende del grado de gravedad de sus actos.


Los de segunda clase: Estos no son los más peligrosos, pero sí son los que más abundan. Todos hemos visto a alguien comerse unas pipas y dejar caer las cascaras, así como si nada al suelo. O teniendo una papelera a dos pasos tiran lo que sea al suelo. Podríamos dar miles de ejemplos, pero tampoco es plan de ponerse a hacer listas con las cerdunerías de la gente.

Ahora nos toca hablar de los cerdun@s de primera clase : Estos sí que son asquerosos de verdad, pero por suerte no hay un número tan amplio de cerdun@s de primera como se segunda. ¡Gracias a Dios! He tenido la suerte o desgracia de haber vivido 3 años en una residencia femenina no religiosa. Mucha gente piensa que las niñas son más limpitas y más organizaditas que los niños. Puede que las haya que sí y puede que las haya que no. En mis 3 breves, pero intensos años como habitante de esa residencia, he tenido la desgracia de conocer a varias de estas cerdunas de primera clase. Las he visto hacer mil y una pifias, desde vaciar un cenicero en medio de un pasillo así por que sí, y repartir las colillas con el pie, teniendo contenedores de basura dejar la basura en el lugar que ellas consideraran oportuno para ellos y muchas veces las bolsas sucias y sin cerrar correctamente...


Como en el caso de los cerdunos de segunda clase, tampoco vamos a ponernos a relatar todas las guarradas vistas y vividas. Ahora mismo tengo a una persona de las mencionadas en esta entrada más cerca de lo que quisiera. Que le vamos a hacer, la vida es así, cuando más feliz está una viene un cerduno y lo enguarra todo.

Si la verdad es que dejar de ser cerdun@ no es tan difícil, sólo hacen falta unas normas de higiene y de civismo mínimas, vease, no dejar tus restos de comida donde puedan molestar a los demás, y máxime cuando tu no te has encontrado esa zona en ese estado. Limpia cuando cocines, no dejes que se amontonen los cacharros, barre el suelo cuando te hayas cepillado el pelo y hayas llenado el suelo de pelos...son cositas simples, no es tan difícil...

Un poquito de clase

Hace unos años estaba yo con unas amigas desayunando en un buffet libré. La verdad es que estaba todo muy bueno y no era nada caro. Respecto al precio tengo que aclarar que pedían un pago mínimo de 4 euros, y luego ya cada uno iba pagando más ne función de la cantidad que hubiera comido etc.

Recuerdo que nosotras, con nuestra precaria economía, decidimos pagar 7 euros cada una, porque  nos pusimos hasta las patas de comer y utilizamos muchos cubiertos y platitos diferentes.La verdad es que ninguna de nosotras estabamos sobradas de dinero ni mucho menos, pero nos parecio lo justo y aceptamos todas.

Cuando ya nos levantamos y fuimos a pagar cual fue la sopresa de 3 de nosotras..que la otra había decidido pagar sólo los 4 euros. La cara de nosotras 3 fue un poema y nos parecio muy mal, pero decidimos no decir nada.

Al pasar varios días nos volvimos a encontrar en una situación muy parecida: 3 de nosotras decidimos parar a comer algo y la otra no quiso. Hasta ahí todo bien, el problema vino cuando la otra estuvo revoloteando por nuestros platos esperando ver qué le caía...la verdad es que fue de verguenza ajena.

A día de hoy sigo topandome con personas de este calibre. Ya son varias las veces que me he visto en la siguiente situación: Salimos varias personas y decidimos pagar a rondas. Pues cual es mi sorpresa al escuchar "ah, esta la pago yo que ha salido más baratita que la ronda anterior" o "oye que yo aquí he pagado 10 céntimos más que tu en la ronda anterior así que me los debes"..

Yo soy la primera que no tiene una economía para echar cohetes, pero...¡un poquito de clase por favor!

El Otoño

El otoño ya está aquí, ya me acompaña. Noto su presencia, me sigue a todas partes y ha venido acompañado de un par de amigos inseparables. La lluvia y el viento.

Hace apenas 4 días hacía sol, la temperatura era muy agradable y sobre todo había muchísima luz natural. Podía pasar medio día paseando y el otro medio bicheando con el ordenador sin tener que dar la luz.

Oigo como llueve fuera, las gotas caen de manera casi rítmica salpicando todo a su alcance. Algunas van a parar en el cristal de la ventada y puedo seguir con la vista la danza de formas y curvas que va trazando hasta llegar a la pared..ahí ya se pierde. Pero justo antes de que pueda protestar por haber perdido esa momentanea distracción ¡plaf! ahí cae la siguiente. Ahora sí puedo volver a mirar hacia la parte alta de la ventana, puedo volver a entretenerme unos segundos siguiendo con la mirada como la gota va callendo lentamente...Podría pasarme así minutos, horas e incluso días porque ahora ya es otoño, y el otoño es así.

Como el otoño ha venido para quedarse he decidido darle la bienvenida, he decido disfrutar de él y no protestar mucho siempre y cuando el también me respete un poquito...nada de que el viento me de la vuelta al paraguas y lo parta en medio de una chaparrada intensa y sobre todo estando lejos de casa..

WILLKOMMEN HERBST!!

...Santiago...

...suena el despertador a las siete de la mañana, con movimiento lento rueda por la cama, extiende el brazo con pulso vacilante hasta llegar al reloj...Santiago se queda tumbado, boca arriba, enfundado en su pijama, sin pensar en nada...hoy es su cumpleaños, había nacido en Belerda el año 1920 y,en aquel pueblo había decidido encontrarse con la muerte...se incorpora, suavemente, de la cama (los años no perdonan) y se enfunda las zapatillas...ayudado por su inseparable garrota camina hacia el baño...allí se lava la cara y se mira en el espejo...sus ojos atesoran infinidad de historias...las arrugas de su rostro marcan los años vividos como si de los anillos del tronco de un árbol se tratara...se desviste y se lava...hoy estrena calzoncillos y calcetines...se pone una camiseta interior de tirantes, una camisa blanca almidonada, pantalón negro (la raya, perfectamente, marcada), chaleco (en su bolsillo derecho esconde el reloj, la cadena le delata)...vuelve al baño, moja escaso cabello poblado de canas y se peina...abre el frasco de colonia y se rocía las manos que pasa por las mejillas y el cuello...en la cocina prepara el desayuno, en un cazo la leche templada, un vaso con dos cucharadas de Eko y un par de magdalenas...en el espejo del armario se observa impecable...del primer cajón del tocador coge el anillo (hacía tiempo que lo había comprado pensando en Antonia) y lo guarda en el bolsillo interior de su chaleco...pasa la mano por la abultada cartera antes de ponerse la chaqueta, se coloca la gorra y cogiendo su garrota se dirige hasta la puerta de salida...el taxi le esperaba puntual..."a Huelva"...ese era su regalo de cumpleaños...iba a buscar a Antonia contra la opinión de cada uno de sus hijos y nietos...sólo le quedaba la libertad para decidir sus actos...desde hacía 18 años estaba viudo (amó, cuidó y acompañó hasta la muerte a su esposa María Jesús)...no era tan descabellado su deseo de vivir ,la recta final de su camino, en compañía de Antonia...ya estaba decidido: ¡La buscaría!...por la ventanilla vio como se alejaba de Belerda y los olivos pasaban por su vista a gran velocidad...se puso cómodo, cerró los ojos y sonrió...

...infinitos besos de bolsillo...

...luciérnagas y mariposas...

...porque me haces sentir la mujer más indie del mundo...

...infinitos besos de bolsillo...

...love...

...casi un siglo vivido...desde la infancia habían pertenecido a bandos opuestos...fachas y maquis...en una misma calle: "la calle de adentro"...generaciones de silencio...y ahora, al encuentro de la muerte, vuelven al hogar que les vio nacer...sentados, cada uno en su puerta, al fresco...se miran...sonrien...algo se ha despertado en su interior...tan solo ellos lo saben...quizá, con la serenidad que otorgan los años, hallen el modo...no son necesarias las palabras...los hechos les delatan...el viento fresco les acaricia los rostros cansados...amenaza tormenta...no tienen prisa...esperan que la lluvia les empape...sin miedo a la humedad...mantienen la mirada cristalina...transparentes conversan...a lo lejos les observo...y pienso: "pude ser testigo"...

...infinitos besos de bolsillo...