martes, 20 de mayo de 2014

...viaje en busca de respuestas...



...allí estaba, exhausto, en el mismo lugar donde había iniciado su viaje en busca de respuestas...contemplaba el mar mientras ordenaba la información hallada...ahora entendía el motivo por el que, en su planeta, habían decidido no dejar de ser niños...el crecimiento personal era inversamente proporcional al crecimiento físico...los adultos, de este planeta llamado Tierra, habían dejado atrás lo esencial y puro...en su camino a la"evolución" habían perdido lo esencial...lo básico...los valores...ya no se cuestionaban cosas...ni buscaban respuestas...ya no les movía la inquietud por descubrir...habían perdido el poder de disfrutar...de jugar...los "hombres" se definían por su formación, trabajo o propiedades...el paro, la pobreza, la estafa...tenían significados distintos..."es como si los adultos de este planeta hubieran decidido silenciar y quedarse quietos...como si estuvieran ciegos...y sordos...puede que hayan perdido sus 5 sentidos... ya ni pienso en la existencia del 6º"...interiorizó todo lo aprendido...se subió a su bicicleta sin pedales y emprendió su viaje de regreso...

...puede que te preguntes de qué planeta es...no intentes encontrarlo si hace años que dejaste de ser un niño...

...infinitos besos de bolsillos... 

sábado, 17 de mayo de 2014

Recital poético de María Negroni, Jueves 22 de mayo, 19:30 hs., La NAU

 






 
Ut pictura poesis (fragmento)
habría que decir

un trazo

de ningún lado a ningún lado

 

o bien esa minúscula

alegoría de lo abstracto

 

el mundo

acaso

-----efímero

------------tejiendo

 

signos imprecisos

de un alfabeto olvidado

 

María Negroni
 


 


María Negroni (Rosario, Argentina, 1951) es escritora, poeta, ensayista, novelista y traductora. Tiene un doctorado en Literatura en la Universidad de Columbia, Nueva York. Ha publicado numerosos títulos de poesía, entre ellos: Islandia (Monte Avila, 1994); El viaje de la noche (Lumen, 1994); Arte y Fuga (Pre-Textos, 2004), Andanza (Pre-Textos, 2009), La Boca del Infierno (Mantis, 2010), Cantar la nada (Bajo la Luna, 2011) y Elegía Joseph Cornell (Caja Negra, 2013). También publicó varios libros de ensayos: Ciudad Gótica (Bajo la luna, 1994 y 2007), Museo Negro (Grupo Editorial Norma, 1999), El testigo lúcido (Beatriz Viterbo, 2003), Galería Fantástica (Premio Internacional de Ensayo, Siglo XXI, México) y Pequeño Mundo Ilustrado (Caja Negra, 2012); dos novelas: El sueño de Ursula (Seix-Barral, 1998) y La Anunciación (Seix-Barral, 2007), y un libro-objeto en colaboración con el artista plástico Jorge Macchi, Buenos Aires Tour (Ediciones Turner, Madrid 2004). Su último libro, Cartas extraordinarias, acaba de ser editado por Alfaguara, Buenos Aires, 2013.

Entre sus traducciones, figuran: Louise Labé (Sonetos, Lumen, 1998); Valentine Penrose (Hierba a la luna y otros poemas, Angria, 1995); Georges Bataille (Lo arcangélico, Fundarte, 1995); H.D. (Helena en Egipto, Angria, 1994), Charles Simic (Totemismo y otros poemas, Alción, 2000), Bernard Noël (Contra-muerte y otros poemas, Alción, 2005), la antología de mujeres poetas norteamericanas (La pasión del exilio, Bajo la luna, 2007) y Emily Dickinson (La miniatura incandescente, en prensa en La Bestia Equilátera). Su obra ha sido traducida al inglés, al francés, al italiano y al sueco.

Obtuvo las siguientes becas: Guggenheim (1994), Rockefeller (1998), Fundación Octavio Paz (México, 2002), New York Foundation for the Arts (2005), Civitella Ranieri (Italia, 2007) y American Academy (Roma, 2008). Su libro Islandia recibió el premio del PEN American Center al mejor libro de poesía en traducción del año (Nueva York, 2001). Actualmente dirige la Maestría en Escritura Creativa de la Universidad Nacional de Tres de Febrero en Buenos Aires.

 


viernes, 16 de mayo de 2014

¡Qué mala es la envidia!

La envidia es como un mal parásito, que cuando se agarra a uno, no se despega tan fácilmente. Siempre parece haber algún motivo por el que creemos que la hierva en el jardín del vecino crece más verde. Mas no siempre es así, y está en nuestra mano querer verlo o no.

Lo que me causa verdadera pena, es ver como hay gente que esforzándose una cuarta parte, esperan obtener los mismo resultados que personas que se han esforzado el doble. Y lo que me da vergüenza ajena, es que esos vagos, camuflados de persona trabajadora, traten de sabotear a la persona trabajadora o la menosprecien.

Moraleja: Cada uno recoge lo que siembra, y si sembramos más bien poco o nada, pues eso mismo obtendremos….

Y sobre todo…lloriqueos y tonterías los justos y precisos.

jueves, 15 de mayo de 2014

..."Decálogo para la vida" de Bigas Luna...


Gracias Leonor Watling


...el martes tuve la suerte de ver "Son de Mar" de Bigas Luna y disfrutar de la tertulia de versión española...al final Leonor Watling leyó el decálogo para la vida de Bigas Luna...desde entonces lo hice mío...como un mantra que se recita diariamente...os adjunto el artículo que se publico en El País el 7 de Abril de 2013...merece la pena deleitarse en su lectura y reflexión...profundizar cada detalle...introducirlo en nuestra vida...gracias Bigas Luna por mostrarnos ese modo tan peculiar de disfrutar de cada instante y hacernos partícipes...es inevitable mantenerte vivo...

...infinitos besos para vuestros bolsillos...

lunes, 12 de mayo de 2014

Una microentrevista a Arturo Borra, de Víktor Gómez


 
1/ ¿Cuál es el punto de partida de tu libro? ¿Qué cuestión o cuestiones indaga, provocaron su consumación en poemario?

Para trazar lo (im)posible parte de un presente en ruinas. De la soledad de una tierra calcinada. En el libro anterior –Figuras de la asfixia- procuré reconstruir las aristas de un daño persistente, nada metafísico, que se esparce en diferentes dimensiones de nuestra existencia. Aunque ahí ya asomaban algunos materiales utópicos, oscuramente fue consolidándose en mí la convicción de que la escritura poética debía perforar el muro de lo actual para vislumbrar otro horizonte. Lo que hoy proclaman imposible no es sino un intento de clausurar la alteridad. A tientas, traté de pensar esa alteridad, desde una interrogación que no oculta momentos de perplejidad, con las dificultades del caso. Recurrir a lo alegórico es signo de esa dificultad, de esa distancia con respecto a lo representable. Por eso el viento, el deseo de desplazarse y abrir una salida. De manera simultánea a esa escritura alegórica, me sentí obligado a reflexionar sobre sus condiciones de posibilidad; de ahí esa segunda parte del libro (“Tierra de nadie”) que indaga en el sentido mismo del acto de escribir. Dentro de esas coordenadas internas, pero también en diálogo con acontecimientos políticos de primer orden como el surgimiento del movimiento 15-M, la desembocadura del poemario no podía ser otra que una “poética de la revuelta”.

 
2/ ¿Qué buscas como lector en tus lecturas más personales? ¿qué funciones podría atender la poesía para el ciudadano de hoy?

 
Aunque me interesan diferentes tipos de lecturas –filosóficas, científicas, literarias-, en todas busco las preguntas centrales –no siempre explícitas- que estructuran su devenir y abren un camino a la reflexión crítica. Desconfío de aquellos textos que se desarrollan como sistemas cerrados, más o menos dogmáticos. En el plano poético, prefiero aquellas lecturas que me ayudan a afrontar lo desconocido, al borde de lo (im)pensable. Una escritura que elude lo abismal miente, porque oculta nuestra indefensión esencial.

Los discursos poéticos pueden contribuir a sospechar lo que se instala como «evidencia»: su trabajo es ante todo el cuestionamiento de lo heredado –pero un trabajo anclado a nuestra experiencia vital, a las heridas que nos nombran y comprometen lo humano y no a un consignismo fácil o a una preceptiva abstracta. La claridad y simplicidad que algunos libros irradian pueden terminar cegando. Prefiero aquellas lecturas que ayudan a cambiarnos a nosotros mismos y se lanzan al sueño para hacer visibles las jaulas en las que nos movemos.
 
No sé si cabe asignar alguna función política general a la poesía y en cualquier caso la producción poética suele rebasarla. Aun así, si hay algo que puede aportar a la ciudadanía es su espíritu inconformista, distante a las fórmulas políticamente correctas o a un cierto intimismo que separa las emociones del mundo histórico en que vivimos. Ante un orden social sacrificial e injusto nuestro camino es rebelarnos, en primer término, subvirtiendo la gramática de producción de los discursos hegemónicos. En ese sentido, la poesía puede erosionar –y así ocurre en algunos casos- la lógica de lo que se plantea como inexorable. ¿Qué es esa erosión sino apertura, la posibilidad siempre intacta de ampliar nuestros exiguos márgenes de libertad? Debemos a esa poesía el socavamiento de lo unívoco. Pero difícilmente podría producirse algo semejante si no fuéramos capaces de desplazarnos de una posición mesiánica, más ávida de seguidores que de interlocutores dispuestos a una revuelta íntima.

 
3/¿Qué relación si es que la hay podrías exponernos entre tu escritura y las palabras "Transtierro", "Exilio", "Violencia"?

 
Ante las distintas violencias sistémicas, el exilio poético tiene significación vital: abre la posibilidad -nunca asegurada- de una resistencia subjetiva. Ni siquiera podría sostener que mi escritura (suponiendo que algunos textos admiten este tipo de apropiación) está exenta de las huellas de esas violencias. La interpretación misma es una de sus formas, al imponer un ordenamiento a lo real. Aun así, persiste el deseo de ir más allá, de abrir paso mediante lo escrito a otro porvenir. Es ese deseo lo que produce el exilio como movimiento que se desplaza de manera forzosa de las fronteras presentes. El transtierro nace ahí: es el momento en que la partida se hace fecunda, transformando la privación (aquello que nos falta) en promesa de una vida inédita. ¿No es esa la terra incognita que perseguimos también –aunque no solamente- con la poesía?
 

domingo, 11 de mayo de 2014

¿¿Eficacia alemana??

Queridos lectores:

se preguntarán ustedes, y no sin motivo, ¿qué querré yo hoy plasmar en una entrada que no estaba programada? Pues verán queridos míos, hoy vengo a dejar por escrito mi incredulidad, enojo y enervacion para con la Verwaltung alemana. Vamos esos personajes de humor variable y fuerza poderosa que trabajan en la administración. En cualquiera de ellas.

Yo, como persona que trabaja en dos sitios a la vez además de estudiar, tengo dos contratos distintos. Según cada contrato, a pesar de tener el mismo estatus, cobro distinto salario y pago distinta cantidad de impuestos. Un obsurdo burocrático difícil de explicar.

Pero mi enojo y frustración no viene causada por la absurda manera en la que está construida el tema impuestos, contratos etc. Mi frustración viene provocada por la inutilidad de las personas que trabajan en la Verwaltung. ¿Para trabajar en una administración alemana es conditio sine qua non ser idiota? ¿e incompetente? Cada día que pasa, me inclino más a pensar que sí.

De uno de mis trabajo me han pagado de más, y tratando de rectificar su error (nadie da duros a cuatro pesetas) me reclaman que devuelva más de la cuenta. Ya me esperaba ambos errores, y las acciones a emprender están en vías.

De mi otro trabajo aún no me han pagado... ¿Y yo esté mes de qué me alimento? ¿De Luft (aire)?

Para que luego digan que en Alemania noto es orden y eficacia...

jueves, 8 de mayo de 2014

¿Qué hago por los más desfavorecidos?




¡¡¡NO TE QUEDES QUIETO MIRANDO...ACTÚA...MUÉVETE...ELEVA TU VOZ!!!

...Infinitos besos de bolsillo...

P.D.: Hay a quienes sólo les queda eso en los bolsillos...besos...