...aquella dulce mujer atrapó su aliento en una burbuja...sabía que era el mejor modo de viajar hasta la luna...encarcelada en aquella mezcla de agua jabonosa se sentía dichosa porque iba al encuentro de lo desconocido...mientras tanto arcademonio jugaba a balancearse en el trapecio que había colgado de las estrellas mientras recitaba versos extraños cual mantras a los mortales...la mirada atenta de un niño observaba el suave ascenso de aquella transparente burbuja que emitía destellos de infinitos colores al ser acariciada por la luz del sol...era un largo trayecto a recorrer...y cayó la noche...y la luna ejercía de fuerza de atracción a aquella aventurera burbuja...arcademonio se dispuso a dar un baño espumoso para tranquilizar la agitación de su alma...desnudó su ser y lo introdujo entre aguas esenciales...al abrir los ojos vio cruzar una burbuja y quiso jugar a atraparla con los labios...aquella burbuja se deshizo en su boca pero, para su sorpresa, no sabia a jabón...una mezcla de aromas comenzó a emanar de su cuerpo: jazmín, romero, tomillo, lavanda, hierba luisa, azahar...comenzó a recitar a García Lorca y escuchaba infinitas melodías...siendo consciente de que el ser que había sido atrapado por aquella burbuja estaba haciendo el amor a su mente...volvió a cerrar los ojos para serle correspondida...decidió acercarse a aquel cuerpo desnudo que le daba la espalda...jugaba a ser equilibrista en las curvas de aquel seductor cuerpo...sin tocarla pudo sentir la tibieza de su piel y reconoció la mezcla de aromas que, apenas unos segundos, había percibido...su respiración entrecortada acariciaba el cuello de aquella enigmática mujer ...cogió sus manos y dibujó un circulo sobre su cuerpo hasta que sus brazos se encontraron paralelos...fue descendiendo con lentitud, acariciando cada milímetro, memorizando cada uno de sus relieves...la suavidad de sus pezones en su espalda, la revoltosa caricia de su pubis en sus nalgas...la rodeó con sus brazos depositando sus manos en los hombros...respiración al unísono...sonido de la impaciencia del deseo...el cabello en su rostro...el aliento en su cuello...y dos cuerpos moviendose a ritmo de oleaje marino...dos almas escondidas en la misma burbuja...
...y se hizo la hora del cuento...y arcademonio subió a columpiarse...y lazó infinitas burbujas que las almas nocturnas recibían como regalo...y cuando éstas eran tocadas por unos labios se respiraba una mezcla de aromas...
...infinitos besos de bolsillo...
...suena: "All together now" the farm...