Estimados amigos, amigas, españoles de bien y rojillos cabronías que andéis por ahí despistados: Acabo de besar con mis barbas la bendita bandera de España una y grande, ¿para qué? para que no me tiemble el pulso al escribiros esto.Debo confesaros una cosa muy enorme, y no es que sufra de una fístula o un juanete, o que Esperanza Aguirre esté en la miseria, que eso ya es público y notorio.