...esta es la historia de un amor...no un amor cualquiera...un amor imposible...ideal...quizá inventado...producto de la imaginación de arcademonio...un amor al fin y al cabo...aquella mujer se sentía descolocada en este mundo disparatado...comenzó convirtiendo su corazón en roca...no hubo cincel y martillo capaz de hacer añicos aquel corazón...cada uno de los desengaños hallados en el camino de su existencia la iba haciendo montaña...una montaña de circunstancias, de hechos vividos...una montaña cada vez más alta...peligrosa su cumbre...el desprecio la fue cubriendo de hielo...de nieve...se fue helando...parecía un ser inerte pero de una belleza singular...acariciada por la lluvia y el viento se fue moldeando...un día el sol descubrió aquella montaña que parecía tener la intención de tocarle...cada día la envolvía con la calidez de sus rayos hasta el punto de derretir su gélida envoltura...gota a gota fue apareciendo a sus pies un transparente lago...y a sus orillas nació un árbol...aquel árbol se fue llenando de vida...frondoso y de atractivos colores...cada día admiraba la imagen de aquella roca reflejada en el agua...intentaba darle sombra...intentaba acariciarla con sus sanas raíces...quién fuera viento, o sol, o agua para poder acariciarte...donaría mi longevidad para darte vida...mi savia recorrería cada una de tus cuevas...cada recoveco...cada anillo de su tronco era una proposición...árbol perenne y no caduco...pasaron los años y aquel árbol murió...no se si las montañas son seres inertes...quizá no...solo se que aquella montaña nunca más se vistió de nieve...solo se que aquella montaña se hizo accesible...madriguera de infinitos seres...dio cobijo y protección...posiblemente te preguntes donde se encuentra el amor en esta historia...búscalo...
...infinitos besos de bolsillo...