- Disculpe...¿Por casualidad no será usted Cupido?
- Lo lamento...se ha equivocado.
- ¡Ese memo me dio con una de sus flechas y se infectó la herida!
- Ha de continuar con su búsqueda...yo soy Laia.
- ¡Encantada!...
...y siguió su camino ya que los síntomas se extendían con rapidez por todo su ser y tenía toda la pinta de ser contagioso...
...infinitos besos de bolsillo...