lunes, 7 de septiembre de 2009

...la mujer de la parada de Badalona...


...hoy, como cada mañana, salí a correr...una ducha fría...un café de esos que aromatizan toda la casa...mientras me visto no paro de tararear "...no tocarte, y pasar todo el día junto a ti..."...miro el reloj...menos mal que la mochila la tengo preparada...salgo pitando con el mp3 a toda pastilla en Flaixfm (me pone las pilas)...no dejo de hacer automatismos...hasta entrar en el tren...por no coger el que me correspondía me toca quedarme de pie...me voy hacia la puerta con vistas al mar, dejo la mochila entre mis piernas y, apoyándome sobre en hombro derecho en la barra me dispongo a leer "Els homes que no estimaven les dones"...inmersa en la lectura y la música no soy consciente de las paradas que hemos realizado ya...alguien se agarra con sutileza en la barra en la que estaba apoyada...deduzco que es una mujer al notar su pecho en mi espalda...al notar su aliento en la nuca los pelos se me erizan...cada vez noto más su cuerpo y su perfume inunda mi espacio...al frenar en la siguiente parada "Sant Adrià", literalmente, se me echa encima...me giro con enfado lanzando una mirada inquisitiva...y allí estaba ella con un vestido negro de Desigual y unas sandalias del mismo color...la mirada vidriada...la piel bronceada...vuelve a sujetarse en la barra...me quita los auriculares y me dice:

- Sigues oliendo muy bien, tienes la capacidad de alterar mis cinco sentidos.

...no soy capaz de articular palabra...tan solo trago saliva...

- Tras meses sin coincidir, se abren la puertas y ahí estás tú leyendo y escuchando música, como la primera vez, tu piel desprende el mismo perfume, tienes el pelo más largo y estás bronceada, silenciosa y ausente...me miras y me desarmas...

...durante su monólogo soy incapaz de decir nada...tan solo la miro extrañada...y vuelve a mi mente el estribillo de la canción...

- Yo sigo parando en Plaza Cataluña...¿Te invito a un café y tú a un beso?

- Yo paro en Sants, he de ir a trabajar, el café ya lo tomé y no estoy acostumbrada a que me pidan un beso...

...con destreza dactilar encontró en su bolso un rotulador, cogió mi brazo y garabateó 9 cifras...

- ¡Llámame!

- Espero que el rotulador no sea permanente.

...para el tren, combinación de sonido y luces, se abren las puertas y baja...sigo sus movimientos con la mirada...se cierran las puertas y mantenemos un segundo la mirada hasta que se pone en marcha...como si de un acto reflejo se tratara me chupo los dedos y sin mirar borro el número...meto el libro en la mochila...en los auriculares sigue sonando la música...salgo a la calle...siguiendo mi camino...

...infinitos besos de bolsillo...