María Crespo
Baja
Mucho, mucho ruido, ruido de tijeras, ruido de escaleras que se acaban por bajar... Ya lo decía Sabina, tanto, tanto ruido. Esto es un baja a aquellas personas que no les importa agujerear sus casas a las ocho de la mañana con alegría. A las que gritan sus llamadas telefónicas, porque no, no me interesa saber tus problemas con tu pareja. A los que riñen a sus hijos a voces. A las abuelas que ponen la telenovela con más caña que “La loba” un sábado en la Desti. Y a esas llamadas publicitarias a la hora de la siesta para encabronar a España. ¡Basta ya!