…al otro lado del charco vivía una princesa azteca…su pelo y sus ojos color azabache…esencialmente bella…sensible y soñadora…en su corazón albergaba la inocencia de una niña…le gustaba entrar de puntillas en la noche…asomada a la barandilla susurraba deseos a la luna…ésta escuchaba atenta cada uno de sus anhelos…la luz lunar entraba a hurtadillas para velar su descanso…una noche un grupo de mariposas fueron en su busca…con suave aleteo la guiaron hasta la luna…allí la esperaba arcademonio…con solo mirarse se reconocieron…cuentan que desde entonces Jo visita la luna cada noche y vuelve con los bolsillos llenos de besos, música y poemas…cada mañana, al despertar, piensa que tan solo fue un sueño…pero al mirarse al espejo descubre que en su nariz quedó el rastro de polvo de alas de mariposa…mete sus manos en los bolsillos y sonríe…
…no dejéis nunca de soñar…no dejéis nunca de ser niños…y mirar siempre vuestros bolsillos…nunca se sabe qué podéis encontrar...
…no dejéis nunca de soñar…no dejéis nunca de ser niños…y mirar siempre vuestros bolsillos…nunca se sabe qué podéis encontrar...
...infinitos besos de bolsillo...