...ella estaba allí...serena me esperaba en la barra de aquella tasquita sevillana...fuera llovía y mis pasos me llevaron a refugiarme en el mismo techo...me acerqué con paso firme y me senté, silenciosa, en un taburete...pude escuchar variadas conversaciones de las mesas circundantes...rostros tristes...algunas risas...manos que jugaban a escondidas...miradas furtivas...algún guiño cómplice...no podía dejar de mirarte...te deseaba lo confieso...intenté serte infiel pero solo tú podías saciar mi sed...rubia peligrosa...de seductor oleaje espumoso...mis manos jugaron a hacer dibujos en tu cuerpo húmedo...te estreché...y tú, resbaladiza, intentaste huir...te llevé hasta mis labios...sorbo a sorbo te fui degustando...como si fuera la primera vez...dentro de mi...me fuiste recorriendo lentamente...tu sabor en mi boca...tu temperatura perfecta fue paliando mi ardor...de suave aroma...y belleza burbujeante...etílica mujer capaz de enajenar cada uno de mis sentidos...calmaste las ansias y no puedo dejar de buscarte por el placer que me provocas...y es que nunca pude resistirme a los encantos de una rubia...
...infinitos besos de bolsillo...