...casi un siglo vivido...desde la infancia habían pertenecido a bandos opuestos...fachas y maquis...en una misma calle: "la calle de adentro"...generaciones de silencio...y ahora, al encuentro de la muerte, vuelven al hogar que les vio nacer...sentados, cada uno en su puerta, al fresco...se miran...sonrien...algo se ha despertado en su interior...tan solo ellos lo saben...quizá, con la serenidad que otorgan los años, hallen el modo...no son necesarias las palabras...los hechos les delatan...el viento fresco les acaricia los rostros cansados...amenaza tormenta...no tienen prisa...esperan que la lluvia les empape...sin miedo a la humedad...mantienen la mirada cristalina...transparentes conversan...a lo lejos les observo...y pienso: "pude ser testigo"...
...infinitos besos de bolsillo...