Viendo las fechas en las que estamos y teniendo en cuenta que creo que, en Febrero obvié el tema, me veo muy a mi pesar, obligada a hacer referencia a los temidos exámenes (¿finales?). Lo de finales entre paréntesis y con interrogación lo escribo así, no porque vaya de graciosilla por la vida, que en parte también, si no porque aún no sé que me deparará el futuro y si podré quedarme aquí y terminar la carrera. ¡OHH incierto futuro! ( lease con tono melodramático).
Al lio que me voy por los cerros de ubeda y así no hay quien pueda explicar nada. En fin, que sufro mucho por estar a las puertas de ser engullida por la marea que tengo de examenes orales-escritos-trabajos-exposiciones y demás cosas académicas superimportantes que sirven para que te pongan una nota y así sigas sumando puntito en tu carrera y pienses que ya falta poco para acabar. ¡Pobre iluso!
A día de hoy tengo la vaga sensación de tenerlo todo un pelín bajo control. Un pelín solo eh, no vayaís a creeros que soy superpowerwoman y que las tengo todas conmigo. Ya veremos si de aquí al fin de semana (¿por qué lo llamarán así, si también tengo que chapar el "finde"?) no me ha dado un ataque de histeria colectiva. Y digo lo de colectiva, porque conociéndome, con la capacidad de persuasión que tengo, igual hasta consigo pegarselo a algún compañero, así a lo loco, en plan virus maléfico.
Todo este rollo viene a cuento, para pediros que pongáis muchas velitas por mi, y así apruebe y para que si en los próximos días se me va la pinza y escribo cosas con menos sentido de lo normal ( si es que alguna vez he escrito algo con sentido) me perdonéis.