Al leer en el periódico que la señora Esperezanda A. ha dimitido tardé varios segundos en comprender del todo la noticia. Creía que mi nivel de castellano se está oxidando, y me parecio entender mal, ya que no es muy común que en España un político dimita.
Este señora política, que cada vez que hablaba subía el pan, ha pasado a la historia de la política española por tener una carrera política muy larga, por sus despistados comentarios a micrófono abierto, y por los cambios que ha hecho en política.
En el 2011 tuvo cancer de mama, una enfermedad que no le deseo a nadie. Espero que este no haya sido el motivo de su retirada, porque yo no lo deseo una muerte así a nadie. Pero no puedo evitar alegrarme al ver que la señora se retira. Ha hecho bien en retirarse cuando ella lo ha decidido, pero no voy a celebrar el hecho de que haya dimitido, por muy insólito que en España sea que un político dimita.
Ahora bien, pienso, y creo no equivocarme, que esta señora tiene algún as escondido en la manga. Dudo mucho que se retire de verdad de primera linea de la política, creo que pasará a estar en la sombra, pero seguirá, de alguna u otra manera moviendo los hilos. Veremos que pasa...