Personas amargadas las hay en todas partes, cada uno con sus circunstancias personales e intransferibles, que les hacen ver las cosas, quizás un poquito más negras de lo que en realidad son. No entiendo muy bien que objetivo tiene estar pensando y hablando continuamente de las cosas que no nos gustan de Alemania, o de otro país cualquiera en el que estemos viviendo. Este post no pretende ser una lanza a favor de Alemania y en contra de ningún otro país. En Alemania hay muchas cosas que no funcionan todo lo bien que deberían, hay muchas que hay que cambiar, y algunos cambios corren verdadera prisa.
Ningún país es la panacea, y cada uno tiene, como todo en esta vida, sus pros y sus contras, pero me parece un absurdo monumental generalizar que toodos los alemanes los hacen así o asá. Como haga cada uno las cosas, depende de cómos se haya criado cada uno. Unos ejemplitos:
-La servilleta: Sí, hay muchos alemanes que no utilizan servilleta a la hora de comer, porque no creen que sea necesaria, un ejemplo de esto es la primera familia donde mi Au Pair. Si bien es verdad que hay también muchos alemanes que saben lo que es una servilleta y sí las ponen en la mesa y las utilizan, ejemplos de esto son, mi segunda Gastfamilie cuando fue Au Pair, mis suegros, mis amigos alemanes. Vamos que depende, como todo en esta vida, de las personas.
-La cama: En Alemania hay camas de 2X2 y camas para dos personas de 1,40, como es la mía. Es decir, hay camas para dos desde el 1,40 metros, pasando por 1,60 metros, hasta llegar a los 2 metros. Hay de todo, que cada uno escoja lo que más le guste y no se amargue a sí mismo la vida; sobre camas no hay nada escrito, y tener una cama que no te gusta es problema y culpa tuya y no de los alemanes.
-Multas por ser español: Tener el morro de decir que te han puesto una multa en el metro por ser español, es para mí, lo primero una soberana tontería y lo segundo una falta de respeto al resto de españoles. Si te han puesto una multa, será que algo habrás hecho, y si crees que la multa es injusta, vas y reclamas. En muchos casos la explicación para la multa es que la persona iba sin el billete reglamentario, y señores/as el billete es obligatorio en cualquier transporte público alemán, para cualquier persona; aquí no hay varemos de nacionalidades.
-Hausfrau/ama de casa: No todas las mujeres alemanas quieren quedarse en su casa cuando tienen hijos. Las hay que quieren trabajar y luchan por ello, tratando de cambiar las cosas. No todas dicen "yo es que no sé para qué estudio si luego me tengo que quedar en casa", eso no es así. Dos ejemplos de ellos, la madre de mi segunda familia como Au Pair, y mi mejor ejemplo y modelo, mi suegra. Mi querida suegra ha luchado contra viento y marea si ha sido necesario para hacer lo que ella creía oportuno en cada momento, con 40 años siguió formándose y ahora tiene un super trabajo, sí está disfrutando la gloria de ganar dinerito trabajando en algo que le gusta un poco tarde, pero lo está disfrutanto. Mi Gastmutter ha peleado y sigue peleando y haciendo malavarismos para poder trabajar y criar a sus hijas.
-Zumo con agua: Hay alemanes que rebajan el zumo con agua y hay alemanes que no lo hacen; hay de todo. Si ellos quieren rebajar el zumo con agua y tú no, pues déjales que hagan lo que quiera, y si te dan la tabarra ignóralos. No hay nada en esta vida más efectivo que tener un oído selectivo, filtra lo que te digan y quédate con lo que te convenga, ¡lo demás ignóralo!
Estos son algunos puntos que muestran que no todo depende de Alemania, sí hay cosas que influyen, pero cómo hagamos las cosas en nuestra casa, es cosa nuestra. Yo siempre digo que "mi casa es mi palacio, y en mi palacio mi palabra es ley".