No puedo salvar al mundo aunque quiera. Y siendo egoísta como soy, tampoco pretendo salvar a todo el mundo. Sólo a mi mundo, compuesto de mi gente. Gente que suponen, de una manera o de otra, una influencia en mi vida. Gente, que por signifcar algo para mí, pueden llegar a hacerme mucho daño. Muchas veces sin saberlo.
Aunque quiera, no puedo evitar que sufran, porque sé que el sufrimiento forma parte de la vida, y sé que de alguna manera nos enseña. Pero aún así me gustaría evitarles cualquier sufrimiento. Quizás este deseo aflore de mi parte más egoísta, porque al no sufrir ellos, no sufriría yo.
Estar a muchos Km de distancia complica ciertas cosas, pero facilita otras. Es cierto que la situación en España es dramática, pero las opciones es Berlín tampoco es que sean muchas. Está claro que yo no puedo salvar a mi familia allí y crear una nueva aquí.
Siempre es difícil soltar lastre...