...llevo días que no me reconozco...días que por más que me miro al espejo y estudio la cara que se refleja en él no me identifico (y eso que dicen que la cara es el espejo del alma)...puede que sea un espectro que deambula por el tiempo sin rumbo definido...puede que entrara en un laberinto del que no puedo salir y en el cual contemplo, una y otra vez, el mismo paisaje...no se si soy yo quien lloro o me poseyeron mis fantasmas y lloran dentro de mi...me voy del extremo del silencio al grito elevado de decibelios...la intranquilidad se ha adueñado de mis días...me sumerjo en un reloj de arena que me consume...fonambulista de sueños hago equilibrios sobre una delgada linea que me lleva al abismo de la locura...me paseo por desiertos sin oasis a la vista...navego por océanos sin visionar tierra...a la deriva...mi vacío...mi silencio...mi escala de grises...mis pensamientos, mis sentimientos y yo...en estado puro...y ahora no recuerdo dónde deje olvidada la brújula...suspendida como los puntos que caracterizan mis escritos...
...y es entonces cuando despliego mis alas y me voy a Teotihuacan en un intento, frustrado, de convertirme en diosa...me tumbo en la pirámide del sol y me nutro de energía...contemplo la pirámide de la luna...esa luna que me cobija y me recuerda, cada noche, quien soy yo...
...infinitos besos para vuestros bolsillos...