...pidió una copa más en Roma...una grappa que aliviara el escozor de su garganta...aquel vaso medio lleno o medio vacío le hizo pensar en si misma... transparente como su personalidad...quiso saborear aquel trago...sentir como se deslizaba, lentamente, por su garganta...en un sutil intento de dar salida a aquellas palabras silenciadas hasta el momento...quizás limpiara la suciedad de aquellas palabras...puede que las arrastrara hasta el estómago para no dejarlas salir nunca más...dio un sorbo y sintió el ardor en su boca...lo retuvo un instante...más de 40 grados a la sombra de su paladar...y lo dejó caer...sintió el desgarro...dejando prisioneras aquellas palabras que nunca saldrían de su boca...
...infinitos besos de bolsillos...