...miraba la luz en un intento sutil de salir de aquel pozo...de aquel callejón sin salida...de aquel laberinto...de ese bosque sin brújula que puede a llegar a ser ella misma...inmersa en la profundidad de sus emociones, de sus pensamientos...volvía a las noches en vela...a los silencios prolongados...a jugar al escondite entre las páginas de sus libros...al sonido de las olas y las lunas llenas...volvía, una y otra vez, a la casilla de salida de esa oca sin fin...a la partida en tablas...al olor a incienso y luz de velas...a la búsqueda constante de sí misma...al comienzo...a las soluciones sin problemas...a los antiguos discos...a la mirada perdida...al vino tinto...al vacío para volverse a llenar...
...infinitos besos para vuestros bolsillos...