Título: The Summer I Found You
Autora: Jolene Perry
Editorial: Albert Whitman Teen
Género: Young Adult - Contemporáneo
Fecha de Publicación: 1 de marzo de 2014
Sinopsis: Todo lo que tienen en común es que no son nada perfectos. Y todo lo que están buscando es una distracción perfecta.
El novio soñado de Kate acaba de romper con ella y ella aún está luchando con su diagnóstico de Diabetes tipo 1. Aidan planeó tener una vida en el ejército y se fue a Afganistán justo después de salir de la secundaria. Ahora es un joven veterano discapacitado luchando por aceptar su nueva vida. Cuando Kate y Aidan se encuentran uno al otro ninguno de los dos quiere involucrarse seriamente. ¿Pero pueden ser la persona ideal para el otro después de todo?
Reseña
Kate fue diagnosticada con Diabetes Tipo 1 hace un año y su vida ha cambiado completamente. Ahora tiene que ir a la escuela con un botiquín en el bolso, no puede comer lo que antes comía y se inyecta insulina cuando es necesario. Su vida no ha sido fácil, y ahora su novio la ha dejado por otra chica. Con el corazón roto y sin ánimo, Kate acepta salir con el primo de su mejor amiga, Aidan. Él tiene diecinueve años, es un ex soldado herido en combate. Ahora sin un brazo, tiene que aprender a adecuarse nuevamente a la vida civil y descubrir qué hará con su vida. Aunque al principio la relación entre los dos no parece ser más que un "pasamos el rato porque queremos una distracción" lentamente irá convirtiéndose en algo un poco más serio y puede que ninguno esté del todo preparado para ello.
Es la primera vez que leo a esta autora, así que no tenía ninguna expectativa, por lo que no me he llevado una desilusión. El tema de la historia me llamaba mucho la atención porque suelen gustarme los libros con soldados jóvenes, pero no ha sido tan genial como esperaba.
Esta novela, contada a dos puntos de vista (lo que me ha gustado) nos cuenta la historia de Kate y Aidan, dos chicos a los que les cambia completamente la vida por un problema de salud. Kate es una chica de diecisiete años que acaba de romper con su novio, es guapa pero no lo sabe (sí, este fue uno de mis problemas), es graciosa y de su cabeza a su boca no hay filtro de ningún tipo (algo que me gustó bastante). Está enferma desde hace un año de Diabetes y no ha logrado aceptarlo, así que página a página la ves/lees lidiando con su enfermedad e intentando ocultar la realidad. Me pareció un personaje bastante infantil y superficial, y aunque muchas veces logró hacerme reír con su no-tengo-filtro-perdón-por-mis-pensamientos, en general me pareció un personaje más del montón y demasiado inmadura para mi gusto. La manera en que lidia con su enfermedad me molestó muchísimo, y aunque la idea de la autora es mostrar una chica que descubre poco a poco la gravedad de su situación, aún así no logré entenderla o quererla ni un poco.
Por otra parte está Aidan, un chico de diecinueve años que ha perdido un brazo en la guerra. Aidan es muy guapo (obviamente), atlético y divertido, pero ahora mismo pasa por un momento muy duro, así que es retraído y está molesto con el mundo. Aunque el personaje no tiene ni la mitad de la profundidad que esperaba, logró encantarme mucho más que su contraparte femenina. Los capítulos narrados desde el punto de vista de Aidan son interesantes y más fáciles de leer porque logras conectar un poco con su dolor, porque aunque a la autora le ha faltado ahondar bastante en el personaje, aún así logras ver un pequeño matiz de madurez y eso me ha gustado bastante. Aunque es guapo no es el típico chico malo, y eso claramente fue refrescante para mí.
¿Qué pasó con esta historia? fue lo primero que me pregunté al terminarla. La premisa sonaba tan interesante y atrayente pero no llenó mis expectativas. Pues analizando un poco el libro, lo que pasó es muy simple: la autora no desarrolló el argumento de la manera adecuada. El libro es demasiado corto para lograr profundizar más en los personajes y crear una historia más creíble, y la relación entre Kate y Aidan, aunque no cae en insta-love, es bastante superficial y para mí no pasa del "te utilizo como una distracción". En general todo el desarrollo de la historia es bastante superficial y definitivamente yo esperaba mucho más de ella. La autora intenta abarcar demasiados temas "difíciles" y al final no logra desarrollar ninguno de la forma adecuada. Todo se queda a medias.
Los personajes secundarios no son de gran influencia en la historia, ya que todo se basa esencialmente en Kate y Aidan, pero puedo decir que, nuevamente, este libro demuestra que existen padres buenos en la literatura juvenil. En eso logré encontrar algo positivo. En cuanto a los últimos capítulos, son bastante apresurados y el final, aunque ciertamente presenta un buen cierre para la historia, se queda igual de corto que todo el libro.
En general, es una historia que aunque cuenta con una premisa interesante y un protagonista masculino que se convierte en la mejor parte del libro, no desarrolla el argumento de la manera adecuada y al final termina siendo bastante superficial y sin mucho significado. Recomendado para pasar el rato, pero si buscas una historia profunda y especial, este libro no es para ti.
p.d. No sé qué rayos pasó con el nombre de este libro y la portada. La historia JAMÁS transcurre en el verano y la playa no tiene nada que ver con nada o.O
Puntuación:
Sobre la Autora
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Jolene creció en Alaska. Ha vivido en Anchorage, cerca al resort de ski de Alyeska, en una cabaña en una isla en medio de un lago, y luego en una vieja y aburrida casa.
Jolene besó a un chico en la noche de graduación de la secundaria. Uno que había querido besar durante mucho tiempo. Se casaron dos años después, han construido dos hogares juntos, sobrevivido a despliegues militares, escuela de leyes, créditos estudiantiles, y dos niños.
Jolene toca la guitarra, toma fotos, y le encanta ir de excursión. No le gustan los ríos, pero le encanta el océano. Ama volar, pero se marea. Sus últimas vacaciones sería navegar a través de las islas desiertas en Las Bahamas. Hace dos años, cumplió ese deseo cuando sus patres se jubilaron y compraron un velero.
Enseñó Francés en la secundaria cuando sólo era unos años mayor que sus estudiantes, y luego enseñó matemáticas con su título en ciencias políticas y Francés.
Gasta el dinero para comestibles en telas para diseños, zapatos y libros.
Jolene no puede expresar cuántas veces deseó poder escribir una novela. Y ahora lo hace. Muchas veces. La vida es buena.