lunes, 28 de abril de 2014

Ser extranjero en la universidad III: Convalidación II

Ya deleité a mis queridos lectores con el inicio de las peripecias burocráticas que he tenido que ir viviendo en la universidad alemana. Aquí conté cómo empezó el tema de la convalidación de asignaturas.

Como segundas partes nunca fueron buenas, y esta no creo yo que vaya a ser una excepción, seré breve, concreta y concisa.

Según mi memoria, todo sucedió tal que así...

Iba yo, una joven bella, inteligente* y con muchas ganas de estudiar de camino al despacho de la susodicha que se ocupa de las convalidaciones y después de pasar por aquel mal trago durante dos horas, la buena mujer aceptó abrir mi carpeta.

Todo lo acontencido desde ese momento hasta que yo salí apresuradamente de aquel oscuro despacho, sucedió en apenas 5 minutos. Se ve que después de dos horas sometiéndome a una tortura piscológica digna de un interrogatoría militar, se quedó sin fuelle para seguir.

Así pues, abrió la carpeta, ojeo con desgana y sin interés, y me dijo con cierta condescendencia:

-Le voy a convalidar esta asignatura y esta.

-Me parece bien. -Le respondí yo.- ¿En qué se basa para convalidarme esas dos asignaturas?- Le pregunté intrigada y al mismo tiempo temiendo escuchar una respuesta absurda.

Mis temores se confirmaron.

-Yo convalido basándome en el título de la asignatura.

Ojiplática me quedé. Cuando por fin pude recoger mi andíbula del suelo, le mostré que tenía los programas con las descripciones de las asignaturas. Quizás sería conveniente comparar más exhaustivamente. La mujer altanera me respondio con una negativa. Pues ella no tenía tiempo para esos menesteres.

Así pues, cuando ella hubo sellado y firmado mis documentos, salí apresuradamente y con muy mal cuerpo de su cámara de tortura despacho.

Muy estimados lectores míos, ustedes ven cómo se las pueden llegar a gastar en el tema burrocrático en cierta universidad alemana. Tanta supuesta corrección y formalismo alemanes, tirados por la borda.







*Permítanme que como todo autor, adorne el texto con una descripción, que por supuesto dudo mucho que se ajuste a la realidad, pero que embelleze el texto.