En la última entrada traté de relatar fielmente* cómo limpian los alemanes. La entrada anterior fue un tanto grisácea también, y puede que esto haya hecho pensar a mis queridos lectores que en Alemania todo en gris. Si han llegado Uds. a pensar eso, me alegro de poder contarles que no todo es gris en Alemania, ¡y menos en esta época del año!
Es el momento de… ¡la barbacoa!
La barbacoa, la barbacoa…
Llegados a este punto, debo reconocer que no sé más letra de la canción. Se debe esto a mi ignorancia en materia de canciones veraniegas. Mas como no era objeto de esta entrada ilustrarles y/o apantallarles a Uds., mis queridos lectores, con mis increíbles conocimientos musicales, pues lo dejamos aquí. Volvamos a centrarnos en lo importante.
En Berlín en muy común ver a gente en los parques haciendo barbacoas. Hay grupos de personas que acatan la normativa y sólo sitúan sus barbacoas en las zonas especificas para ello y hay otra gente que bueno….se sienten más libres y se colocan donde a ellos les plazca.
En cuanto a las barbacoas en sí, pueden Uds. ver de todo. Desde una barbacoa super-mega-asador cuasi industrial, hasta estas Einweggrill (mini barbacoas de un solo uso). Están listas para usar, simplemente hay que sacarlas del envoltorio, prender la lámina de papel especial que hay dentro, y una vez esperados 20 minutos ¡Ya están listas para usar!
El vivir en Berlín, en contacto directo con otras culturas, nos lleva a ver cosas nuevas, como algo nornal en un periodo muy breve de tiempo. Cuando mi mitad teutona y yo hacemos una barbacoa, ésta es culinariamente hablando multiculti. Filetes marinados para él, biftekis para los dos, halloummi y una ensaladita de tomate y pepino o un poco de gazpacho.