…allí estaba…diluyéndose en el asfalto mientras esperaba una ráfaga de viento…el ser de palabras se había enamorado del silencio en un intento, frustrado, de hallar el equilibrio…pero hacía días que el silencio se había fugado con aquella alegre partitura…y el ser de palabras, sumido en una eterna tristeza, decidió incrustarse en el suelo…ser pisoteado…aquel ser había sido cincelado por bocas ajenas…una mera descripción de seres desconocidos…sus palabras iniciales habían surgido de la tinta de una pluma ingeniosa…pero se fue trasformando en una composición de duras palabras…letras inconexas de acero…ser sin rostro y, por consiguiente, sin alma…palabras vacías moldeaban su figura…intentó ser el contenido de infinitas páginas en blanco pero sus letras no eran la expresión deseada…¿dónde estaba su lugar?...hubiera deseado ser poema…un haiku leve e intenso…estaba lleno de palabras, vacío de hechos…palabras impronunciadas que le restaban vida…laberinto de letras incoherentes…dicen que: “las palabras se las lleva el viento” así que decidió esperar quieto a que se lo llevara…y así fue…un viento huracanado surgido de la nada arrasó con él…infinitas partículas de aquel peculiar ser fueron repartidas al azar…puede que contengas algo de ese ser…puede que, incluso yo, le contenga…
...infinitos besos de bolsillo...