miércoles, 16 de enero de 2008

...debajo de mi olivo...

...me senté a la sombra de aquel olivo...ese que algún día heredaré...ese que desafía al tiempo generación tras generación...me embriaga el aroma y la luz...cierro los ojos y me entrego a esa tierra de mis raíces...nacida en Barcelona...hija de andaluces de Jaén...aceituneros altivos?...recuerdo el cortijo, la mula, el uniforme verde de mi abuelo, echar de comer a los animales, cortar alfalfa con mi abuelo tras la mirada atenta de mi madre, las montañas de panochas de maíz, las matanzas (el sonido del cerdo al desangrarse y esa manera de colgarlos en la fachada para que se aireen), las gallinas americanas, los carneros y el primer corderillo que me regaló mi abuelo...siento como mi corazón se acelera...los largos trayectos de Barcelona a Collejares ("esta niña vuelve asalvajada" le decía la monja a mi madre a mi vuelta al cole)...bañarme en el agua helada del río, pescar barbos con la mano...cantar villancicos en nochebuena de casa en casa...coger aceituna..."todos mis nietos están amariconados"..."esta niña es de izquierdas"..."pero inevitablemente lleva todos mis genes: le gustan las mujeres y el vino, la buena vida..."; mi abuelo sigue sonriendo sentado en una silla de ruedas, me mira y sonríe cuando da un sorbo a mi copa de vino...sé que conserva al vacío los mismo recuerdos que yo..."sabia que volverías a Barcelona" me dijo..."llevas tatuada tu ciudad en el corazón, del mismo modo que llevas esta tierra humilde y seductora"...y si algún día la vida te traiciona siempre te quedarán tus olivos...y es entonces cuando despierto y me abrazo a su tronco...y suena andaluces de Jaén de Jarcha...y lloro...