...erraba por las calles en solitario...sumida en sus pensamientos...meditabunda caminaba despacio aprovechando las sombras de los árboles que la guarecían del calor...necesitaba parar descansar...había algo misterioso en aquella enorme puerta de hierro...se acercó y la golpeó con sus nudillos:
- "toc, toc, toc".-el férreo sonido se prolongó durante unos instantes.
- ¡Ábreme la puerta, por favor!.
...por un instante pensó que era aquel ojo que la miraba fijamente la que le hablaba...como si no perteneciera a una persona...
- Tendrás que ser tú quién me abra a mi, soy yo quién está fuera.
- Tan solo tú tienes la llave que abre esta puerta.
- ¿Yo?.
- Sí, esta es la puerta de las respuestas...de las soluciones...tú andas cuestionándote y es aquí dónde se encuentra atrapado cuanto buscas.
...guiada por sus impulsos tocó la puerta con sus manos y esta cedió...se encontró de frente con aquel ser que tanta paz y tranquilidad le producía...no se dijeron nada más...tan solo fue fiel compañera el resto de su camino...
...infinitos besos de bolsillo...
