sábado, 31 de enero de 2009

...sentado bajo el olivo...

...la foto la saque de google...

...ya tenía los ojos abiertos cuando cantó el gallo (daba la sensación de que ambos habían sincronizado sus relojes biológicos desde que lo compró en la feria avícola) cada vez le costaba más trabajo levantarse del catre...atizó el brasero que había bajo la mesa y se dejó envolver por la calidez que desprendía...vertió agua caliente en una palangana...antes de comenzar su ritual de afeitado se miró fijamente al espejo, estudiando cada arruga, cada mancha de su rostro...el suave temblor de sus manos nunca le impidió afeitarse con navaja...con la brocha cubrió de jabón su barba y fue deslizando la hoja de su navaja hasta conseguir la suavidad en su mentón...se cambió de muda (siempre le gustó llevar calzón largo) y sacó del armario su traje...hoy no llevaría camisa a cuadros de felpa...hoy con el traje no vestía de festivo...hoy vestía de luto...hoy enterraba al menor de sus hijos...intentó hacer el nudo de la corbata frente al espejo (siempre fue su mujer quién se lo hizo)...desde la muerte de "Mama Oliva" el tío José y su hijo Ramón consideraban que aquel cortijo era enorme...se puso su gorra negra de pana y se echó colonia (nunca quiso oler a viejo)...calentó la leche de cabra en un cazo y la mezcló con "Eko"...con ayuda de su garrota fue a la habitación de su hijo, se sentó en la cama, tras el primer sorbo las lágrimas deslizaron por su cara...recorrió con la mirada cada una de las fotos que colgaban de las paredes...la ropa de faena sobre la silla...silencio...un dolor aterrador en el pecho...vacio...no entendía el por qué de sobrevivir a un hijo...hombre de valores religiosos se resigna a los acontecimientos...deja el tazón en la cocina...abre la puerta de la calle, una bofetada de aire helado, busca un tronco y lo acerca a la encalada fachada...contraste de colores...se sienta erguido, las manos apoyadas en su garrota y espera...
...José es mi tío ("Papa Ché" solemos llamarle) vive en una aldea: "El Cortijuelo" y esta semana enterró a su hijo de 39 años...tras su mirada todo un mundo...en su silencio infinidad de preguntas...sereno acepta los golpes de la vida...
...infinitos besos de bolsillo...