domingo, 15 de julio de 2012

El verde mortal de la soja: El mundo según Monsanto


Pasé prácticamente toda mi infancia en una localidad de la pampa húmeda argentina con su inmensa llanura, cielos omnipresentes y aquellos matices cromáticos que iba adquiriendo el campo a cada momento: verdes en toda su gama, dorados, marrones, grises... paisaje radicalmente horizontal que Ortega y Gassetdescribió en uno de sus viajes por el interior del país: “De este modo la vista, sin llegar a fijarse en nada, es despedida hacia los confines del curvo horizonte. En estos confines, allá lejos, están los boscajes ―y allí la tierra se envaguece, abre sus poros, pierde peso, se vaporiza, se nubifica, se aproxima al cielo y recibe por contaminación las capacidades de plasticidad y alusión que hay en la nube. Estos boscajes de la lejanía pueden ser todo: ciudades, castillos de placer, sotos, islas a la deriva ―son materia blanca seducida por toda posible forma, son metáfora universal. Son la constante y omnímoda promesa” (La Pampa... promesas). 




Lamentablemente, aquel paisaje se ha ido transfigurando en las últimos años hasta mostrar un único verde mortal: el verde de la soja que Argentina (y muchos otros países de América Latina) producen a ritmo creciente cada año y que con su promesa de rentabilidad hace que desaparezcan grandes extensiones de monte, selva y bosque, extenuando la tierra y minando la salud de quienes viven en entornos rurales.

“En la Argentina se impuso una forma de producción agraria donde las grandes extensiones de monocultivos se protegen utilizando fumigaciones sistemáticas con mezclas de plaguicidas. Pero no hay fumigación controlable desde el punto de vista ambiental y sanitario. Solo el 1% de los plaguicidas utilizados llegan a la planta del cultivo, el resto queda en el ambiente, la tierra y el agua. La volatilización del veneno (máxima en fumigación aérea) es llevada por la brisa hacia las zonas pobladas; además, la reversión térmica del atardecer genera que se volatilice nuevamente el veneno, se eleve a menos de 30 metros de altura, se vuelva a desplazar, para volver a caer sobre los pueblos cercanos. Posteriormente estos productos adheridos al polvo se mantendrán alrededor, dentro y sobre las casas vecinas a los cultivos, como el endosulfán y el glifosato que el fiscal Carlos Matheu encontró en el polvo del patio de las casas de Bº. Ituzaingo en la ciudad de Córdoba en el año 2008”





La sospecha

hace un tiempo aquí hubo caballos,
los mensuales cruzaban, por la ruta,
cargando la carne dorada
de las perdices,
las adolescentes escribíamos, con trozos de velas,
mensajes pornográficos en los vidrios de la gruta
de santa rosa de lima

ahora manejo por la 36 y sólo se escucha
el frufrú de la soja
los aviones cargados de roundup
que se desplazan con un sonido antiguo de dirigible
emanando una neblina tornasol que arrastra
el mismo viento que silba en las taperas

no sé si esto sea el estrago
la podredumbre

sé que cuando miro, algo sospechoso y sombrío
ingresa a la zona de mis huesos
como la verde mosca
que corrompe la pulpa de los potros

Elena Annibali (de Tabaco Mariposa, 2009)


Compartimos un excelente documental: El mundo según Monsanto, realizado en el año 2008 por Marie Monique Robin. Conducido por Arte France, Image et Campagnie, Producctions Thalie, Office national du Canadá, WDR, con una duración de 108 minutos.
El mundo según Monsanto es también un libro de investigación escrito por la misma autora el 6 marzo del 2008, traducido a 11 lenguas. Marie Monique Robin es ganadora del premio Noruego "Rachel Carson Prize" de 2009 dedicado a mujeres ambientalistas.
La multinacional ha incursionado a lo largo de su más de cien años de vida, en la fabricación de múltiples productos: en sus inicios, allá por 1901, vendían sacarina (Coca-cola era uno de sus principales clientes); a finales de los años 30 tenían negocios de plásticos y resinas y a partir de 1976 incursionaron en el negocio de los herbicidas y las semillas modificadas genéticamente (alimentos transgénicos). La empresa factura sólo en EE.UU unos $ 10.502 millones (año fiscal 2010) y su actuación ha estado acompañada de múltiples denuncias.

Laura Giordani
Julio 2012