miércoles, 20 de marzo de 2013

Reseña: Things I Can't Forget - Miranda Kenneally

Título: Things I Can't Forget
Autora: Miranda Kenneally
Editorial: Sourcebooks Fire
Género: Young Adult
Fecha de Publicación: 1 de marzo de 2013
Sinopsis: Kate siempre ha sido la chica buena. Demasiado buena, de acuerdo con algunas personas en la escuela… sin embargo, ellos no tienen idea del secreto culpable que ella carga. Pero este verano, todo es diferente…
Este verano ella es consejera en el campamento de verano Cumberland Creek, y quiere dejar el pasado atrás. Este verano Matt también está de regreso como consejero. Él fue el primer chico que alguna vez la besó, y pasó de compositor geek que adoraba a The Hardy Boys a salvavidas entusiasta que adora coquetear… con ella.
Kate solía pensar que el mundo era blanco y negro, bueno y malo. Resulta que, la vida no es fácil…

Kate es una chica cristiana muy devota a Dios. Va a misa todos los domingos, reza todos los días, y vive bajo las leyes cristianas. Pero Kate cometió un gran error: ayudó a su mejor amiga a abortar. Ahora Kate hace todo lo posible para que Dios la perdone y vuelva a amarla, para no ser una pecadora. Pero entonces aparece Matt en su vida, el chico que le dio su primer beso y el que le hace sentir cosas que ella no creía poder sentir. Matt la tienta y Kate ya no sabe qué creer. Su fe y su forma de ser y pensar son puestas a prueba.


El libro anterior hacía énfasis en temas religiosos, y nuevamente tenemos lo mismo en este. Kate va a la misma iglesia a la que asistía Parker, así que ya desde el principio sabes cómo será esta chica: completamente devota a su iglesia, intransigente, y como sabiamente la nombra la propia escritora, una judgmental bitch perra moralista. 

Me he encontrado en mi vida con personas así, chicas cristianas devotas que creen que la única verdad es la que conocen ellas por las enseñanzas de su iglesia. Y Kate es así, cree que todo lo que hacen los demás (ir de fiesta, que chicos y chicas duerman en un mismo cuarto, besarse hasta el cansancio, pertenecer a una fraternidad, beber cerveza, etc.,etc.) es pecado porque en su iglesia le han enseñado de esa manera. Pero en su trabajo como consejera de campamento, conociendo a otros chicos de su edad que actúan completamente diferente a ella y que también hacen parte de una iglesia cristiana, se da cuenta que las cosas no son tan blancas o negras como ella cree.

Sabía lo que se supone que debía creer: Dios es genial. Dios me ama. No quiero ir al Infierno. Sé que algunas personas se preguntan si el Cielo y el Infierno existen verdaderamente, ¿pero esas personas se preguntan si la gravedad existe? ¿O el oxígeno? Tampoco puedes verlos a simple vista. No puedo ver la colonia en el cuerpo de un chico, pero puedo olerla. No puedo ser capaz de ver el Cielo, pero muy dentro de mí, puedo sentirlo.
Creo que esta es la parte que más me gustó del libro, aunque no suelo disfrutar mucho las referencias religiosas. Lo mejor del libro es leer sobre cómo Kate comprende poco a poco que está un poco equivocada, que su fe es suya y no tiene por qué imponersela a nadie ni medir los actos de nadie por lo que ella cree que es correcto o no. Kate pasa por una etapa de entendimiento y descubrimiento, y aún sin abandonar su fe, logra ser menos moralista y más tolerante.

Aún así, creo que algunas cosas no quederon lo suficientemente claras ni tuvieron el cierre que yo quería. El principal punto crítico de la historia es el aborto de Emily, la amiga de Kate, es ese acto el que da comienzo a toda la historia y creo que no tuvo el cierre esperado. Yo esperaba una conversación más profunda entre Kate y Emily, un verdadero entendimiento que las llevara a cerrar esa situación tan dolorosa que compartieron.

En cuanto al interés amoroso de esta historia, Matt, nuevamente se llega a una perfección que se me hace muy difícil de creer. Matt es un chico cristiano, alegre, divertido, simpático y muy guapo (sip, demasiado perfecto para mi gusto), con una historia de vida que quiere pasar por trágica pero que a mi parecer se queda corta y es un poco débil.

La relación de estos dos es demasiado amor-al-instante para mí gusto. Todo pasa en un lapso de tiempo corto y sencillamente no puedo creer que sentimientos tan fuertes puedan nacer tan rápido (ni siquiera habiéndose conocido hace cerca de siete años). Aunque debo decir que la autora manejó de muy buena manera todo lo sexual que pasó entre ellos y las profundas creencias de Kate hacia las relaciones de este tipo antes del matrimonio.
No sé qué me hace sentir más culpable: que ame cómo me tocó cuando debería odiarlo, cuando debería haberlo alejado, o cómo no pude escuchar las advertencias de Dios por la manera en la que Matt me hizo sentir.
Nuevamente tenemos padres ausentes, y aunque estos sí son buenos padres, no están en esos momentos de duda que tiene Kate. Aunque hay una conservación significativa con su padre, donde él deja en claro su posición frente a la iglesia, jamás se deja en claro la posición de la madre, quien tiene una relación más cercana con su iglesia. Aunque sé que el tema de Dios y la iglesia es algo muy personal, creo que si Kate fue criada en una familia tan cristiana, al menos sus padres debieron saber por qué cosas estaba pasando ella (igual con el tema del aborto, sus padres jamás se enteran; creo que los padres no debieron ser una figura tan alejada).

Recuerdo esa vez cuando era pequeña, papi y yo estábamos escuchando un CD de los Beatles. Él me contó sobre cómo John Lennon había dicho una vez: "Somos más grandes que Jesús". Y cuando le pregunté a papi cómo es que John Lennon podía decir algo tan malo, él se aclaró la garganta y dijo: "Bueno, era un poco cierto en esa época. Los Beatles eran más populares que Jesús."
Por primera vez en mi vida, estoy empezanndo a sentir que algo -alguien- es más importante que cualquier otra cosa.


En cuanto a demás personajes secundarios, hay una gran variedad que hace que la lectura sea más llevadera. Parker y Will, del libro anterior, se convierten poco a poco en los amigos que Kate necesitaba, y junto con los otros consejeros cristianos del campamento hacen que ella se sienta menos sola y que poco a poco empiece a abrirse y a ser más comprensiva.

En general, es una historia fácil de leer, que involucra mucho el tema religioso, así que si no eres partidari@ de éste, mejor no lo leas. La protagonista es una cristiana devota que poco a poco se da cuenta que la vida no es tan fácil como siempre creyó, y que a veces las cosas no son solo negras o blancas. Se deja leer con facilidad, aunque tiene varios fallos que me impiden darle una calificación más alta.


3/5




¿Les llama la atención? 

Nos leemos ;)