viernes, 13 de septiembre de 2013

Tuneando al Rinoceronte Naranja

Por la web circula un reto interesante. Una madre se propuso un día dejar de gritar a sus hijos y para ello inició un reto. El reto del Rinoceronte Naranja. Son muchas las personas, en su mayoría mamás de la blogosfera, las que han decidido unirse al reto. Cada persona a su manera, cada uno con sus objetivos personales, basados en sus capacidades y circunstancias.

Es verdad que hay situaciones y momentos que son desquiciantes, pero no por ello debemos de perder los papeles con facilidad. Yo soy una persona muy paciente para ciertas cosas, pero para otras no tengo paciencia ninguna. No me gustan las estupideces. Como decía C., la madre de mi amiga C., tonterías las justas y precisas. Cuando veo que se cometen tonterías, tengo tendencia a  mostrar mis frustración mediante el tono de mi voz a gritar. Y no estoy orgullosa de ello.

Si bien es cierto que en el último año he mejorado bastante, y ya no tengo la necesidad constante de enfatizar mi frustración mediante el tono de mi voz gritar, hay un aspecto que tengo que mejorar. Soy ofensiva, y eso no está bien. Tengo tendencia a hacer preguntas el tipo ¿tú eres tonto o qué?, ¿no te da el cerebro o qué?. O comentarios del tipo "sacude la cabeza, a ver si las dos neuronas que tienes vuelven a ponerse en contacto." Estos comentarios no están bien, ni son necesarios. Ahí tengo que mejorar.

Es esta necesidad de mejora la que me empuja a querer tunear al Rinoceronte Naranja, y es por ello por lo que empiezo a partir de hoy viernes 13 (¡no me había dado cuenta del día!) con mi propio reto del Rinoceronte.

Como reconozco que soy de carácter fuerte, voy a ser humilde y voy a empezar por una semana. Una semana de no hacer comentarios ofensivos.

Dentro de una semana os cuento cómo ha ido....deseadme suerte y paciencia, sobre todo paciencia...