viernes, 13 de diciembre de 2013

Cosas (raras) de alemanes

Vaya por delante que en tierras teutonas hay, como en todas partes, gente para todos los gustos y con sus costumbres particulares. Hubo cosas que al principio de los tiempos, cuando llegué como Au Pair, me sorprendieron y parecieron curiosas. Con el tiempo, al ver ciertas cosas con bastante frecuencia, dejaron de sorprenderme y pasé a darme cuenta de que, por lado había cosas que ni de coña no estaba dispuesta a hacer. Pero por otro lado, me di cuenta de que había cosas, que a pesar de haberme parecido raras al principio, podría adaptar a mis necesidades y ampliar horizontes.

Algunos ejemplo de cosas curiosas que he adoptado son:

-Llevarme mi termo con té a cualquier lugar.
-Picar fruta y verdura (véase, manzana, pera, pimiento, tomate, pepino etc.) y llevármelo para picotear entre horas.
-Organizar tardes de juegos de mesa con amigos para tratar de amenizar las frías tardes de invierno.
-Pedir la cuenta separado si aún no conozco a la persona. Cuando ya hay confianza y se quiere se puede ir a rondas, pero con personas que no conozco mucho, prefiero la variante alemana.
-Utilizar la Fensterbank como una balda más. Lo mismo está sobrepoblada con plantas, que sirve como enorme portavelas.
-Quitarme los zapatos al entrar en casa de alguien. Y por supuesto llevar un par de calcetines gordos en el bolso, para que no se me queden los pinreles helados.

Estas son algunas de las cosas que no hacia cuando vivía en Baskenland y que al ir allí y hacer alguna de ellas, véase quitarme los zapatos al entrar en casa de alguien, me miran raro raro; y ya ni comentar quiero, lo raro raro que me miran al verme sacar los calcetines del bolso....