martes, 11 de febrero de 2014

Mala vida y una humillación pública



Llevo mala vida, señoras y señores míos. Pero no mala de copas y fiestaza, mala de mala. De sufrir en mis maltrechas carnes los rigores de la vida. ¡Qué duro es todo! Y que poquito me quejo. Y me quejo poco, no por falta de ganas, si no por la mala vida que llevo. Que sin energía voy.

Y es que dormir tres horas, implica que una servidora se pasa las restantes luchando con las mantas y maldiciendo y notando cómo le van saliendo arrugas de manera muy prematura. Malas noches, viruses inmundos, mochilas llenas de libros hasta unos límites insospechados… Ser estudiante y trabajar al mismo tiempo, es mucho. Muchísimo. ¡Qué mala vida llevo!

Y es que este sufrimiento que me acecha y me desola  desde hace semanas es la causa de mis agravios lingüístico-ortográficos. Y es que señores, soy consciente y siéntome muy humillada por las atrocidades ortográficas y por el maltrato al diccionario y a la gramática españolas cometido.

Pero no se crean, la gramática alemana se lleva más palos aún.

Pasemos a la humillación pública:

El pregonero haciendo acto de presencia desenrollando grácilmente su bando y pasa a comunicar con cierta potencia vocal y pulmonar lo siguiente:
-Señoras y señores, se acusa a la dueña y señora de este blog de afrentar de manera reiterada a la ortografía y gramática españolas. De salvaguardar el honor de las alemanas, que se ocupen ellos, que nosotros no damos para más.
Después de mucho meditarlo, se ha tomado la decisión de que para restablecer el honor de las señoras Ortografía y Gramática españolas, la dueña y señora de este blog será humillada públicamente. 

¡¡¡Acérquense y disfrute y por supuesto, participen activamente en el acto. Hagan acopio de las frutas y verduras en estado de semi-podredumbre o de podredumbre absoluta y arrójenselos sin piedad a la susodicha malechoraaaaaaa*!!!

Malhechora se escribe con H. La ausencia de la h, debe ser interpretado como un guiño hacia mi torpeza infinita, pero carente de maldad alguna...