Sonaba con su flauta de cartón,
Melodías insonoras,
Tocaba con tesón,
Silencio rítmico era lo que producía
Tanto de noche,
Como de día.
Su cuerpo envuelto en notas,
Hacían sus pies flotar,
Y asi pasaba los días,
Tocando Sin cesar.
“toca más, toca más”
Le decían los lugareños al pasar.
Y el flautista tocaba sin parar.
Mas un día la música cesó
Y todo fue ruido a su alrededor.
Triste estaba el músico,
Pues no podía más tocar.
Triste estaba la gente,
Pues había ruido sin cesar.
“Toca más, toca más”
dijeron los lugareños una vez más.
El flautista fuerte sopló
Y unas notas de su flauta arrancó.
“Toca más, toca más” repitieron las gentes.
El flautista más sopló
y así una melodía compuso.
Notas y más notas,
días y más días
Y hasta hoy
se escuchan sus melodías.
Pues eso, que todos podemos ser el flautista...y cuando ya sintamos que no podemos mas sólo hay que coger fuerza y soplar fuerte y la música nos volverá a acopañar.