Bueno, bueno, hace ya un mes que campo a mis anchas por esta fantástica ciudad,a la cual sólo puedo advertir: ¡cuidadito Berlín! :)
La verdad es que se ha pasado muy rápido, sobre todo las dos primeras semanas. Es que la verdad fueron un no parar. Que si ver pisos, aclararme con el transporte, conocer el entorno, tener cuidado con los russkis de la pensión. Fueron un poco estrasantes, pero luego ya vino, de golpe, un periodo de supercalma, la cual agradecí en un principio...pero no por muchos días.
Mis amig@s ya me conocen, soy un no parar, tengo azoguillo, como dice mi madre. Y la verdad es que ya empezaba a hartarme de tanta calma. Por suerte todo pasa y ya vuelvo a estar sumida en un no parar.
En una semana más o menos empiezan las clases, y antes tocna un monton de reuniones en la uni. Si es que aquí son muy raros y hacen las cosas de manera extraña y así no hay quién se aclare.¡¡ Normal que tengan que convocar tantas reuniones informativas!!
Después de tener todo organizadito, sólo me queda disfrutar de la ciudad e invitar a mis amigas a que se vengan.¡¡¡¡¡¡ Venirse niñas, que esto mola mucho :)!!!!!!!!!!