La verdad es que cuando el inverno alemán está en todo su explendor, vamos dándonos pero bien... no le quedan a uno muchas ganas de salir a la calle y mucho menos de noche, ¡que hace más frío aún! Aún así, a pesar de que el invierno alemán sea muy duro y nos lo ponga difícil hay que cuidar un poquito nuestra vida social, que entre los exámenes ( en mi caso) el trabajo y el frío invernal tiende a resentirse.
Es vox populi que los alemanes no son la alegría de la güerta. No es que sean sosos es que son...de naturalez más tranquila. Bueno que narices, ¡es mi blog y digo lo que quiero! La verdad es que en general y comparandonos a los "latinos" con ellos son más soso que comer coliflor hervida, que sosez, que poca gracia.
Con esto tampoco quiero decir que no tenga vida social ni mucho menos, que habrá de todo, pero sí que es verdad que, en mi humilde opinión, son bastante más tranquilotes, por así decirlo. Yo creo que son más de fiestas en casa que de irse por ahí a darlo todo.
Si alguna vez os veis en la tesitura de haber sido invitados a una fiesta de alemanes, debéis de tener 3 cosas muy importantes en cuenta: 1 daros con un canto en los dientes que ya es un logro que os hayan invitado. 2 Procuraz haber cenado antes, que los alemanes son muy de hacer cena ligera, vamos que te plantan pan con queso y unas patatuelas y esperan que te bebas 5 litros de cerveza con esa minúscula cantidad de comida en el estomago. 3 No seas cutre, deja los calcetines con tomatillos y descoloridos para andar por casa, ponte los más decentes que tengas. Y es que por su no lo sabías, en cuanto pongas un pie en la casa ya puedes ser rauda y veloz para quitarte los zapatos. ¿No ves que si no lo manchas todo?
¡Ea, a andar descalzos se ha dicho!