Que penita me ha dado que los sevillanos se hayan quedado sin su madrugá. Yo no es que sea especialmente creyente, y mucho menos practicante, ya que yo con la iglesia católica apostóloca y romana no quiero nada tener que ver. Pero sí que tengo que reconocer que la semana santa me mueve algo dentro.
Este es el primer año que estoy fuera de casa en semana santa, para nosotros en casa, no es ninguna fecha especial. Cuando era pequeña yo siempre quería que llegara la semana santa porque era cuando ama tenía un par de días libres y podíamos empezar una nueva temporada de parque. En mi tierra están teniendo buen tiempito, cosa que me alegra.
Por estas tierras germanas está haciendo un tiempo que yo no me lo creo, fantástico. Hace sol desde hace varios días y las temperaturas son cálidas. Yo me he despido de los pantalones y las chaquetas y donde quiera que vaya, voy en vestido y hoy me parece que hasta sin medias. ¡Que atrevida soy! Sólo espero que este tiempo dure, que por estos lares ya se sabe...el buen sol dura poco.
Aprovechando que hace bueno, mañana iremos a tomar una cervecilla con mi amiga O. para celebrar su cumple, y el domingo haremos una barbacoa y mi maromen me ha dicho que esconderá huevos de chocolate en su piso y tendré que buscarlos. ¡Que ilu, que yo nunca he buscado huevos de chocolate! Es que por estos lares la tradición es esconder huevos cocidos decorados y huevos de chocolate en las casas y luego volver a reunirlos.
¡Un finde completito y con buen tiempo! y vosotros, ¿qué planes tenéis?