Aprovecho este ratito a la mañana para conectarme a internet, ya que cuando la cochi-katrin se conecta a mi me lo bloquea, y eso yo estoy convencida de que lo hace a mala fe, porque hasta ahora nunca habíamos tenido problemas con internet. Bueno, al lio:
Una semana, sólo una semana, eso son pocos días, pocos. Que no se me agote la paciencia antes, por favor. Esto es lo que me repito a mi misma un millón de veces para no perder los nervios. En un semana estaré medio instalada en el nuevo piso. Y digo medio, porque hasta que saque todas las cosas de las cajas y maletas pasarán un par de días. Me da mucha pereza tener que desempaquetar todo. Empaquetarlo creo que lo haré con ánimo, porque significa que por fin me voy de esta mierda de piso.
Yo quería hacer la mudanza el viernes por varios motivos, 1º porque quiero salir cuanto antes de este piso y 2º porque el finde yo tengo un cursillo y me viene mucho mejor organizar todo el viernes. Yo con todas las cosas no puedo, ni haciendo varios viajes, porque la cama, mesa, silla y demás que hay que llevar, tenemos que llevarlas en el coche de un amigo, y él sólo puede hacerlo el sábado. Mi maromen me ha dicho que no me preocupe de nada, que él se queda con las llaves de mi piso-mierda y ellos organizan todo mientras yo hago el cursillo. Me parece un detallazo la verdad.
Como yo no quiero dejar que ellos hagan todo, espero poder llevar yo sola algunas cosas al piso el viernes. Un par de cajas, algunos libros y demás. Más que nada porque no quiero dejar que me lo hagan todo.
Espero que la gente del nuevo piso sean tan majos como a primera vista parecen. ¡ Es que ya no me fio de nadie!