Cuando alguien quiere algo tiene que pelear por ello, a mi esas cosas que vienen rodadas y porque sí me huelen raro. A veces está bien tener gratas sorpresas de cosas que no esperamos, pero si vienen así, de la nada y sale todo muy rodado a mi me huele a chamusquina, será que yo siempre he tenido que pelear mucho para todo.
La gente que me conoce ya lo sabe, y la gente que no me conoce mucho lo puede intuir. Soy terca como una mula, soy muy cabezota y no me doy por vencida fácilmente. Para convencerme de algo hacen falta buenos argumentos, razones de peso. Eso del "porque sí, porque yo lo digo y punto" a mi no me vale. Mi padre dice que tengo mucho de iconoclasta. Es que eso de " la marecida autoridad de fulanito", no me convence como suena. ¿Por que es merecida? ¿Quién le da esa autoridad? Vamos, que a veces me paso las normas por donde quiero y mando a cierto tipo de mandamases a chupar ajos.
Si después de mucho esfuerzo, las cosas no salen, será que no es el momento. Esta es a la conclusión a la que llego después de pelear con uñas y dientes para poder seguir estudiando aquí, y sólo haberme encontrado problemas. Será, que simplemente no toca.