La respuesta rápida y que espero que no os lleve a desilusión es, no. Ni me está entrando juicio, ni me estoy volviendo más sabia, ni reflexiba ni nada, lo que me tiene paralizada y acojonailla es este dolor de muelas del juicio...
Ayer en la consulta de asesoramiento del ortodencista, el señor muy amablemente y con esa gracejo alemán (vamos, no pu** gracia) se puso a aprentarme la muela del juicio derecha situada en la mandibula inferior mientras decía "¿¿¿no te dueleeeeee????. Pues si esto tiene una pinta de doler que no veas eehhh". La molestia los días anteriores era llevadera, hoy apenas puedo hablar porque si muevo la mandíbula me duele aún más la cabeza...
Veremos que dice mañana el cirujano sacamuelas, que evidentemente no es aquel que tenía tantas ganas de intentar luxarme un diente.