viernes, 13 de diciembre de 2013

...la sirena...


...no pude retenerla...me quedé, quieta,en el puerto de Cartagena contemplando su huida...su cuerpo se fue transformando a medida que se iba sumergiendo en el mar...le rogué que no me abandonara...que me llevara con ella al fondo marino...sin miedo a la muerte estaba dispuesta a correr el riesgo que suponía su eterna compañía...nada me retenía en este mundo terrenal...su canto hipnótico me sedujo...y desde entonces nada volvió a ser lo mismo...impregnó de sal mis labios...mi piel...algo de aquella sirena, aún, permanece en mi...y puedo sentirla cada vez que me sumerjo en el mar...

...infinitos besos para vuestros bolsillos...