miércoles, 30 de julio de 2014

...adicción...


...sí, lo confieso, soy adicta...adicta al mar...esa mujer de azul mirada...esa que se desliza entre mis dedos evitando ser atrapada...la misma que rodea mi cuerpo desnudo en suave caricia...la que deja su sabor a sal en mis labios...la que me trae cantos de sirena al anochecer...su inmensidad me atrapó desde el primer instante que la contemple, que me sumergí en ella...desde entonces no puedo vivir sin ella...necesito mi dosis...voy en busca de mis camellos: Poseidón, Neptuno, Váruna, Njörd, Nanuet, Ma-tso-po, Yemayá, Acuecucyoticihuati...

...puesta a confesar, confieso que soy poliadicta...la segunda adicción, y no por ello menos importante, es la lectura...me permite viajar...deslizarme entre las palabras...disponer de múltiples personalidades, no hay ningún deseo que ella no pueda hacer realidad...cuando acaba siento como la ansiedad llama a mi puerta...y he de buscar otra seductora lectura que me tranquilice...el olor del papel...el color de la tinta...las ilustraciones...cada vez consumo más...no tengo remedio...mis últimos administradores; Paula Bonet, Paul Auster, Ben Brooks, Lyona y Rosa Delor i Muns...

...mmmmmmm el vino...con sus notas de color y aroma...su cuerpo en mi paladar...el sonido del corcho al deslizarse por su cuello...no importa la denominación de origen...tan solo la satisfacción que me produce...disfrutarlo al anochecer en la soledad de mi terraza a la luz del candil...no me importa ser descubierta por mis vecinos...culpo a Dionisio, Baco, Gestín, Osiris...entre otros...

...de María me cautivó su verde mirar...su aroma penetrante...su capacidad de hacerte volar...la serenidad que transmite...me libera de la opresión y me elevo...ay Shivá, Selassie...
...sí, lo confieso, soy adicta...

...infinitos besos de bolsillo...