Este es un tema que de verdad no quería llegar a tocar, o por lo menos no de manera tan seria. Sí que pensaba que cuando me pasara alguna cosa relativa al tema la contaría, pero más a modo de anecdota que como queja o reivindicación. Un comentario más en la linea de "játeto estos teutones que raricos que son" y no en tono de "no me puedo creer que me traten así por venir del sur de E·uropa"
Según el diccionario online de la RAE racismo es: Doctrina antropológica o política basada en este sentimiento y que en ocasiones ha motivado la persecución de un grupo étnico considerado como inferior.
Marco en negrita las últimas 3 palabras porque reflejan perfectamente la realidad a la que me quiero referir. Mira que no me es fácil, que preferiría hacer tres comentarios chorras al respecto y reirme sobre ello.Pero no puedo, es que ya me está llegando tanto que me influye y hace que incluso mi manera de pensar cambie y que me cuestione ciertas cosas que yo tenía como seguras. ¿Merece la pena luchar por quedarse en un lugar en el que siempre que pueden te recuerdan que no eres de los suyos, que no perteneces a ese lugar?
Yo ilusa de mi, pensaba "Yo racismo no viviré, porque yo soy Española, yo he tenido la suerte de nacer en el primer mundo, y soy europea,yo de eso no...no...no, lo conozco"
Yo siempre he dicho, que a mi me da igual, raza, color, religión, de dónde se viene o a dónde se va, siempre que la persona sea buena y tenga intención de trabajar y de integrarse, por supuesto todos tenemos derecho a preservar nuestra identidad. Siempre he creído que la gente que emigra a otro país buscando un futuro mejor que en el que su propio país le espera es digna de admiración. Esas personas tiene unos derechos, pero también unas obligaciones. Siempre he creído que quien venga a trabajar, a estudiar, a formar parte de un país y así enriquecerlo será bienvenida. Personas que pretendan vivir del estado de bienestar creado por otros, que trabajaron para ello, deben marcharse y si ellas mismas no se marchan deben de ser echadas sin contemplaciones ni miramientos.
Siempre he creído que a toda buena persona, con buena voluntad, con ganas de trabajar, de estudiar, de por supuesto, hablar el idioma bien, le iría bien. Creía que esa persona sería vista como persona y no como nacionalidad. Creía que sería respetada y valorada, no sólo como persona de plenos derechos, si no como persona que se está esforzando en aprender e integrarse.
Pues va a ser que me equivocaba. Da igual cuan buena persona seas, cuanto empeño tengas en mejorar y en integrarte, a esta gente no le vale de nada. No van a dejar de verte como una nacionalidad.