sábado, 4 de agosto de 2007

...y me dejé llevar...


...no era cuestión de piel sino de mente, paranoias arraigadas en la materia gris, neuras justificadas acomodadas...incapaz de dejar que fluyera el deseo, las ansias de poseerla, inerte para sus ojos...no podía permitir que se hiciera una idea equivocada en el plano sexual...no podía forzar una situación lujuriosa y que en su boca quedara cierto sabor amargo y melancólico...no podía consentir que creyera que no la deseaba cuando con solo mirarla le quemaba cada poro de la piel...¿Cómo entonces no era capaz de transmitirle?...la urgencia de despertar sus sentidos para no perder a quien tanto amaba...mientras acariciaba el teclado con sus dedos imprimiendo con el calor del deseo cada palabras sentía como se erizaba su vello al imaginarla...había tantas cosas que quería hacerle...subió, de manera sigilosa, cada escalón que separaba sus cuerpos...se permitió unos minutos para contemplarla...allí estaba ella: tumbada en el sofá, su respiración suave movía lentamente su vientre y su pecho...acerqué la yema de mis dedos a su piel y comencé el largo recorrido de su cuerpo por los pies, mis caricias eran casi imperceptibles para ella...cuando mi boca jugueteaba con sus dedos, ella se movió un poquito sin despertar...mis labios ascendieron de manera milimetrada por sus piernas, alternando cada una de ellas, mis manos abrían el paso acariciando su piel...cuando mis manos se posaron en sus caderas ellas abrió lentamente los ojos y me sonrió, al deslizarse mis manos hacia abajo se llevaron enganchado su tanga...ummmmmmmmm podía sentir su olor dulzón, mi lengua comenzó a ascender mientras sus cálidas piernas me abrían el camino hasta su sexo...me sumergí en su coño rasurado para buscar el tesoro de su clítoris, mi respiración se entrecortaba por momentos mientras mis manos alzaban sus caderas para facilitar mi deleite...como me puso el movimiento de sus caderas...hipnotizada por el aroma de su sexo decidí presionar sus pechos con mis manos...un gritito de placer surgió de su boca al presionar con suavidad sus pezones...mi boca cedió el tesoro al corazón de mi mano derecha, mientras acariciaba su clítoris con movimientos circulares la morreaba con intensidad...nuestros cuerpos se movían con el ritmo del deseo, se perlaba la piel, se cristalizaba la mirada...mi cuerpo dirigía al suyo, la senté y me coloqué tras de ella, mordisqueaba su cuello y su espalda mientras mi sexo empujaba su trasero y mi mano acariciaba su sexo, la otra mano se apoderaba de uno de sus pechos...sus gemidos eran más intensos y los mios comenzaban a escaparse...el sonido vibrante de los juguetitos nos excitaron mucho más...acoplamos el movimiento de sus caderas con mis manos mientras nos besamos apasionadamente...tócame...no dejes de hacerlo...siente la humedad de mi sexo...el calor de mi piel...házme tuya...posee cada rincón de mi cuerpo...haz de mi lo que te plazca...hasta corrernos las dos...mi cuerpo se dejó llevar por la imaginación...mi mente se cerró en banda...apoderándose de mí el deseo y la pasión...fue mi parte más lujuriosa la que pudo poseerla...