...el reencuentro con Almudena y Miguel ha sido especial...buena conversación, la felicidad de observar los progresos, la tranquilidad de la serenidad que te ofrece una mirada amiga...un café y ¿te apetece navegar?...no vine con la ropa adecuada...no importa descalza tus pies yo te busco un polo y un pantalón...el sol brilla y el viento es un regalo para tí...nunca supe negarme a navegar...así que con todo un equipamiento nos disponemos a partir al club de regatas de Santa Lucía...ufffffffff ver de nuevo al "Perla Negra"...sentirme pirata surcando mares cartageneros...esas sacas de arenas tan familiares...Miguel al timón...yo me quedo con el trabajo duro para entrar en calor...sin temor a caer en el mar..."y si escuchamos a las sirenas no me amarres, déjame deleitarme con su bello cantar"...deslizar la vela (reuniendo en un solo trapo el foque y la mayor)..."recupera tu destreza a la hora de virar para ceñirnos con respeto al viento...". La violencia de las olas, la rapidez de movimiento de las aguas marinas, así como esa peculiar rapidez y velocidad con la que rolan los vientos...el salitre en la piel, la sonrisa permanente en mi cara...navegar en silencio...no desear bajar...pescaito frito y un buen barbadillo fresquito...habaneras en el hilo musical...cuando volveremos a surcar los mares???...cuando vuelvas a casa corazón...este humilde mar siempre te da la bienvenida...nada como navegar con las tradiciones del pasado...no quiero ducharme...quiero degustar este olor a salitre de mi piel...infinitos besos de bolsillo...
