...aquella mujer salió de mi nada como alma en pena...sedujo cada una de mis neuronas...estimuló cada uno de mis sentidos despertando el deseo a lo desconocido...aquella enigmática mujer consiguió perlar mi piel con gotas de deseo silenciando los miedos que gritaban en mi recuerdo...vidrió mi mirada con su pasión dando pinceladas de color a mi escala de grises...su lengua experta dio vida a mis pezones en una erección sutil...confusión de cuerpos entregados en descenso tibio hacia el infierno...sin atreverme a pronunciar palabra alguna dejé que el movimiento creara poesía...los suspiros y gemidos...afinada melodía...su espalda curvada herradura de mi suerte...su Monte de Venus desembocadura de mi sexo...bocado a bocado fuimos consumiendo el tiempo...impregnada de su esencia hasta la extenuación...cerró los ojos quedando dormida en una esquina de mi corazón...¿Cuál es tu precio?...preguntó mi mente confusa...¿Por qué lo preguntas?...Porque me dejaste marcada la huella de tu prostitución......suena la banda sonora de "La Pasión de Cristo" de Peter Gabriel, el corte preciso en el que María Magdalena baila en el prostíbulo...la puta ganó la batalla a la princesa...por esta vez, solo por esta vez...infinitos besos de bolsillo...
