miércoles, 9 de enero de 2008

...la rosa...sin propietarios...


...aquella rosa floreció erguida en el desierto de su corazón...sus colores chillones...esas desafiantes espinas...la textura, aterciopelada, de sus pétalos...el delicado y profundo aroma de su ser...le prometió ser su principita y protegerla...ella, a cambio, sería su rosa consentida...nunca intentó domesticarla ni poseerla...tan solo cuidarla...nutrirla y regarla cada uno de sus días...ser escudo en los días de huracanados vientos...llegó el invierno, época de poda...cortes secos y certeros...y la incertidumbre de la nueva floración en primavera...quizá no cometa los mismos errores...
...infinitos besos de bolsillo...suena Vivaldi...