lunes, 9 de mayo de 2011

Aprovechados

No me gusta nada la gente aprovechada. Pedir un favor, necesitar ayuda, no es un problema, todos la necesitamos de vez en cuando y siempre nos alegra ver que hay alguien que está dispuesto a tendernos la mano que necesitamos. Yo siempre estoy dispuesta a echar una mano o a devolver un favor. La verdad es que no soy muy dada  a pedir ayuda, ya se sabe, el orgullo...cosa mala.

Que hay gente con más cara que espalda no es nada nuevo para mi, que hay gente que tratará de sacar beneficio del trabajo de otros sin haber movido un solo dedo, es algo que ya conozco. He tenido la suerte o la desgracia de haber conocido muchos caraduras y aprovechados.

Que una persona que apenas conozco sea un caradura y sólo se arrime por interés me molesta, pero que alguien que creo conocer se acerque sólo cuando lo necesita me duele. Ahí ya me duele, porque yo creo que suelo echar una  mano donde puedo y que lo hago de buena gana, creo no ser de esas personas que hacen algo por los demás y lo apuntan en una libretita paras sacarlo a relucir a la primera de cambio. Me parece de mal gusto.

Me sienta fatal que alquien me eche en cara que siempre estoy ocupada y que no tengo mucho tiempo y que luego esa persona haga lo mismo. Me parece que eso es ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Yo tengo muuuchos defectos, segurísimo, pero ser una aprovechada y una caradura no, eso sí que no.