domingo, 14 de octubre de 2012

De vuelta al pueblo

Hace varias décadas muchas personas dejaban los pueblos para venirse a las ciudades o a pueblos más desarrollados. Entre ellos también estaban mis abuelos, y no eran los únicos que dejando sus pueblos en el centro de España, se fueron al norte. Cuando iba al colegio (¡qué tiempos!) más de la mitad de los niños de mi clase tenían los mismos origenes que yo, muchos de sus abuelos venían del centro de España, sus padres nacieron en el norte y ellos también.

La gente se iba de los pueblos porque en ellos no había futuro. La vida de campo es muy dura, mucho trabajo y poca recompensa económica. Desde hace algunos años gente joven que siempre ha vivido en la ciudad se están volviendo a los pueblos, porque la vida en la ciudad se ha convertido es una vida muy dura, sin seguridad laboral, con estrés y con costes económicos que, verdaderamente asustan.

Siempre hay personas que, a pesar de no haber vivido en un pueblo pequeño, han deseado vivir en uno. Algún par de persons jóvenes dejaban la ciudad buscando seguridad y tranquilidad en algún pueblo pequeño o más alejado de los grandes nucleos de las ciudades. Pero lo cierto es que cada vez son más los jóvenes que deciden irse a algún pueblito a probar suerte con el campo y las vacas.

Yo no sé si esa vida sería buena para mí. Estar en el campo y relajarme, incluso ciudar de plantas y demás como afición me parece muy interesante, pero estar siempre atado al campo y siempre pendiente del tiempo,  para que al vender los productos me paguen una miseria, no sé...Supongo que si fuera mi única opción lo haría, pero espero no llegar a ello.

Trabajar en el campo o en la ganadería no es una maldición, pero no es el tipo de vida que es para todos.