viernes, 12 de octubre de 2012

Tejer



Aquí los otoño/inviernos son largo y de tiempo bastante fresquete y tirando a desagradable, vamos, que no apetece mucho salir de casa. Los alemanes suelen tener en su poder una gran variedad de juegos de mesa con lo que pasar el rato, y también muchos utensilios para repostería, por aquello de que el azúcar levanta el ánimo.

Yo para no sucumbir a la locura otoño-invernal empecé el año a tejer, bueno en realidad empecé hace dos, pero el primer año de intento fue tan de guasa que mejor ni lo contamos. El año pasado conseguí hacer algo que, echándole algo de imaginación, se parecía a una bufanda, incluso me animé con una segunda. ¡Vendito mi mejor amigo M. que al recibirla de regalo hizo como que se alegraba de recibir ese truño!

Este año ya me lo he tomado "super enserio" y ya he acabado una bufanda de dos colores para mi señora madre y he empezado con la que debe ser un regalo para mi señor padre. Para acabar la de mi madre estoy intendo hacerle una flor a ganchillo. ¡La flor me trae por la calle de la a amargura! Yo creo que la lana está pocha o algo, porque yo prometo que sigo todos los pasos del video al pie de la letra, o eso creo vamos.

Eso de ser autodidacta y aprender a base de videos de you tube tiene su puntito, lo malo es cuando el cansancio se apodera de una y las ganas de arrojar la aguja de ganchillo por la ventana.

¡Mañana seguiré dándole a las agujas!