Parece ser que me toca retractarme de mis propias palabras, hace algunas semanas os contaba que sentía que no me iban a dar la plaza. El proceso ha durado mucho y ha sido extenuante, además la mala experiencia con uni assist ( la gente que tramita el papeleo) fue tan horrible que me vi bastante hundida. Pero bueno, del trato recibido por uni assist hablaré otro día.
Hablando con mis amigos y mi maromen, yo les decía que en mi fuero interno a mi me daba en mi naricilla de bruja que sí que me iban a dar la plaza en Humboldt, pero la verdad es que lo veía todo tan negro, que no sabía si era mi intución o mi deseo de que sucediera. Así que decidí esperar a que llegara la dichosa carta, que se ha hecho de rogar lo indecible. ¡¡Anda que no habré mirado veces el buzón !!
Como todo pasa, y no hay mal que cien años dure, la carta llegó. ¡¡Que alegría!! Mi amigo M. estaba conmigo en ese momento y nos dimos un abrazo y un grito de alegría que hubiera emocionado a cualquiera. Ahora ya es oficial, estoy matriculada ( o como dicen por estos lares, immatrikuliert) en la uni.
Dentro de un mes empiezan las clases y todo el jaleo de organizar horarios, ¡¡Qué ganas tengo!!