Permítanme plasmar mi sorpresa de forma escrita. Nunca comprendí el significado del día de la madre, ni qué se celebra exactamente. ¿Sólo tenemos madre ese día o qué? No lo entiendo. ¿Por qué cuidarla y mimarla un día? Me negaba en el pasado, me niego en el presente, y espero negarme en el futuro.
Mi madre recibía todas las semanas una pequeña sorpresa. A veces una flor, unos chocolates o chuces. Si tenía algo de dinerito unos pendientes sencillos. Bastante a menudo un desayuno en la cama. Si bien es cierto que estas cosas comencé a hacerlas cuando ya tenía una edad, más o menos sobre los 12 tiernos años, pero ya antes procuraba ser detallista con mi madre. Por muchos motivos:
-Por estar ahí, sin condiciones y sin límites, desde que nací.
-Por tener una paciencia ilimitada y una imaginación desbordante.
-Por ser maga y tener la asombrosa habilidad de sacar de donde no había.
-Por tener la capacidad de sonreír entre lágrimas.
-Por poder pasar de parecer la bruja mala a la maga buena.
-Por estos motivos y otros muchos que no se pueden enumerar…
Por ser ella y estar ahí, por eso le doy las gracias a menudo. Una simple frase. Un "gracias ama" (mamá), vale más que todas las chuminadas en el día de la madre juntas.
Uno no debe demostrar el afecto en un día marcado en el calendario, si no a menudo. Sin fechas, sin condiciones. Y por supuesto que no es necesario gastar dinero en ello. Los detalles son los que marcan la diferencia.