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domingo, 17 de octubre de 2010

Caminar hasta el fin del mundo

Siento que podría caminar hasta el fin del mundo.
atravesar desiertos y montañas,
mares y oceanos,

Tengo la fuerza de recorrer el mundo con sus polos,
y sus dos emisferios.
Podría surcarlo de polo a polo,
de continente en continente.

Caminando,
sin barco, ni coche, ni avión.
Con la sola compañia de mi sombra,
que reflejada en el suelo,
me sigue silenciosa y oscura.


No quiero heroes que me sigan,
no necesito que me salven,
ni que me ayuden a recorrer el mundo.

Puedo sola remontar el vuelo,
salir airosa,
salir de esto aunque ahora me sangre el corazón.

Y si el demonio sale del infierno,
le tiendo la mano,
Y si todo arde,
si arde el cielo, no hay más luz.

Me voy al olvido y ya no sé si vuelvo...

domingo, 3 de octubre de 2010

El músico

Sonaba con su flauta de cartón,
Melodías insonoras,
Tocaba con tesón,

Silencio rítmico era lo que producía
Tanto de noche,
Como de día.

Su cuerpo envuelto en notas,
Hacían sus pies flotar,
Y asi pasaba los días,
 Tocando Sin cesar.

“toca más, toca más”
Le decían los lugareños al pasar.
Y el flautista tocaba sin parar.

Mas un día la música cesó
Y todo fue ruido a su alrededor.

Triste estaba el músico,
Pues no podía más tocar.
Triste estaba la gente,
Pues había ruido sin cesar.

“Toca más, toca más”
dijeron los lugareños una vez más.
El flautista fuerte sopló
Y unas notas de su flauta arrancó.
“Toca más, toca más” repitieron las gentes.
El flautista más sopló
y así una melodía compuso.

Notas y más notas,
días y más días
Y hasta hoy
se escuchan sus melodías.

Pues eso, que todos podemos ser el flautista...y cuando ya sintamos que no podemos mas sólo hay que coger fuerza y soplar fuerte y la música nos volverá a acopañar.